Séfora Vargas: "La sentencia de León es una verdadera aberración, una niña gitana es una niña"

La abogada, gitana y activista de los derechos de las mujeres gitanas visita León para participar en un congreso de la Universidad

04/06/2024
 Actualizado a 04/06/2024
Séfora Vargas. | L.N.C.
Séfora Vargas. | L.N.C.

Séfora Vargas (Sevilla, 1980) es una conocida defensora de los derechos del pueblo gitano, especialmente de las mujeres. Una mujer gitana con una larga trayectoria de lucha por su pueblo, se pagó la carrera vendiendo en los mercadillos y la finalizó ‘en dos etapas’. Cuando estaba cerca de licenciarse una situación personal la llevó a abandonar los estudios y cuando los retomó los cambios en los planes de estudios la llevaron a tener que cursar más asignaturas de las que le faltaban. Pero lo hizo. Y siguió en los mercadillos, siempre cerca de los suyos. Autora de varios libros en la actualidad había dejado de ejercer de abogada para dedicarse a la investigación aunque sentencias como la reciente de León le hacen plantearse volver a la primera linea de la defensa de los derechos de las mujeres gitanas. Está en León para participar en el I Congreso de Mujeres Gitanas: Forma de vida y memoria’, que este martes se celebra en el Salón de Grados de la Facultad de Educación de la ULE. 
 

– ¿Conoce León?
–No había estado antes y acabo de llegar. Mis amigas saldrán esta tarde a conocer pero yo me quedaré en el hotel preparando bien mi ponencia, me gusta ser muy rigurosa e ir con los temas muy preparados. 

 

– Un tema que aparecerá, dada su condición de abogada y gitana, será el de la polémica sentencia de un tribunal de León considera atenuante la «cultura gitana» en la violación a una menor, leonesa también.
– Creo que hoy sale la resolución definitiva, tal vez fuera prudente esperar, pero en base a lo que ya ha ocurrido y lo que ya se ha dicho, para mí, como activista con 25 años de experiencia, y como letrada, me aparece una aberración.

 

– ¿Qué es lo aberrante?
– Muchas cosas. Lo primero porque existe una grave discriminación y se está creando una grave indefensión de todas nuestras niñas menores de edad. 

 

– Se argumenta que en la cultura gitana se producen matrimonios entre muy jóvenes.
– Cierto. Es evidente que se siguen produciendo matrimonios infantiles pero, por desgracia, eso es una lacra que tenemos que superar, contra la que tenemos que luchar y hay que erradicar. Y la forma de hacerlos no es, desde luego, una sentencia como esta.

– Si añadimos la violencia de género...
– Claro. Es un aspecto fundamental. No se puede permitir que con violencia de género grave de por medios, y abusos sexuales, no se apliquen las leyes existentes y se sustituyan por una arbitrariedad que le ponen el nombre de atenuante muy cualificada. Es vergonzoso. 

 

– ¿Y si hubo consentimiento?
– A eso me refería antes al hablar de la aplicación de las leyes. Cuando se dice que hubo consentimiento estamos olvidando la Ley de Jurisdicción Voluntaria que dice que ‘son los 16 años’ la edad legal para el consentimiento sexual y esta niña tenía 12 en la primer violación ¿Cómo es posible que quieran utilizar la costumbre gitana para aumentar la indefensión y la vulnerabilidad de una menor ante una situación de delito continuado? Su declaración no tiene ningún valor, pues no tiene los 16 años. 

 

– ¿El uso del eximente de la cultura gitana le hace mucho daño a la cultura gitana?
– Claro. Por supuesto ¿Desde cuándo las costumbres gitanas han sido fuentes del ordenamiento jurídico español? Nunca. Por ejemplo, cuando hemos pedido pensiones de viudedad no se nos reconoce el matrimonio gitano, que tuvimos que llegar a Estrasburgo para lograrlo, y ahora vienen con este argumento en un tema tan grave, de derechos humanos en definitiva ¿Sabe algo este juez de cultura gitana?

 

– ¿Qué es lo que más le duele?
– Muchas cosas, pero hay algo que es profundamente doloroso cuando se aferran al testimonio de una niña de 12 años porque es de cultura gitana. A ver, señor juez, una niña gitana es una niña, y se acabó. 

 

– Otro argumento es que hay ‘simetría’ en la edad.
– ¿Dónde ha visto la simetría entre una niña de 12 años y un hombre de más de veinte. Simetría sería entre 14 y 15 ó 15 y 16; que sería cuestionable pero ¿simetrías? Lo primero que te diría un experto, o un gitano viejo, conocedor de las costumbres, es que ninguna persona gitana permite un matrimonio infantil con esa diferencia de edad. 

 

– ¿Sigue habiendo matrimonios entre muy jóvenes gitanos?
– Sí, pero de edades muy parecidas, sin delito entre ellos, como bien establece la ley en la simetría real.

 

– ¿Qué es lo que más le molesta de la utilización de la cultura gitana como excusa?
– Que se utilice nuestra cultura para no proteger a una menor;no para defenderla. Solo se me ocurre una palabra:aberrante.

 

– ¿Qué ‘cuerpo’ le deja una sentencia como esta de León?
– Hay otra similar en Granada. Pues mira, yo ahora mismo estoy en la investigación para otro libro, no estaba ejerciendo de abogada y siento la necesidad de reincorporarme ante la proliferación de este tipo de situaciones que están sentando jurisprudencia. 

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