En un momento en el que las entidades bancarias apuestan cada vez más por el cierre de sus oficinas, Caja Rural sigue creciendo y ganando presencia en la provincia. Lleva 29 años en León, donde ha superado ya «el hito de los 40.000 clientes» y donde cuenta con 23 oficinas y ha anunciado recientemente la apertura de una más, en La Baña. «Sigue siendo nuestro modelo esencial», explicó este miércoles el director ejecutivo de la Fundación Caja Rural y responsable de Comunicación y Relaciones Institucionales de Caja Rural, Narciso Prieto. «Seguimos poniendo en el centro de nuestra esencia bancaria a la persona y, por lo tanto, a la oficina y a la atención personalizada», aseguró en el programa Entre Nosotras, que emite Cope León en colaboración con La Nueva Crónica.
En él apuntó que, «como la gran banca», Caja Rural también tiene clientes en multitud de lugares y ofrece a estos las opciones de banca electrónica o telefónica. Por lo tanto, «cualquier leonés que esté en Laponia, por ejemplo, puede seguir siendo cliente de Caja Rural y estar igual de satisfecho que con cualquier otra entidad financiera», explicó. Sin embargo, ellos ofrecen la «ventaja» de que la atención personalizada sigue siendo una de sus principales apuestas. «En Castilla y León, y en León y Zamora en concreto, la pirámide poblacional está muy envejecida. Tenemos mucha gente mayor y gente que necesita una atención y a eso se añade algo fundamental, que es que nosotros estamos hoy aquí, en León, gracias a miles de clientes del mundo rural que hoy son mayores, que viven en muchos pueblos y que cuando hubo dificultades no nos abandonaron y nosotros ahora, mientras exista este consejo de administración, este equipo directivo y el balance aguante hemos dicho que no se cierra ni una sola oficina. Es más, se siguen abriendo», remarcó.
A la apertura de estas oficinas en el mundo rural –en el que recordó que «con mucho orgullo» nació la entidad– se suman las del entorno urbano. «Hay que pensar que realmente sobre el balance de la entidad el sector primario y agroganadero representa el 18 por ciento. Es decir, somos una entidad predominantemente urbana, empresarial, profesionalizada. Más del mundo urbano porque realmente la actividad económica es donde está más circunscrita, pero seguimos manteniendo la esencia, un nombre del que nos sentimos orgullosos y del que presumimos, además, porque Caja Rural es todo y en Castilla y León y en León todos somos rurales porque todos tenemos una procedencia del mundo rural», advirtió.
Narciso Prieto valoró también que Caja Rural es hoy «un proyecto de éxito» porque «es sencillo, transparente, humilde y forma parte de la esencia económica y social de León». Tal y como indicó, son «una cooperativa de crédito» y no reparten dividendos «y eso hace también que ese 12 por ciento de los beneficios de la cooperativa tengan que ir a lo que llamamos el fondo de Educación y Promoción, que persigue el desarrollo social, educativo, cultural, deportivo... y en el que al final lo que hacemos es estar al lado de la gente y ser cercanos», dijo.
En estos 29 años de andadura en León Prieto afirmó que la sociedad se ha ido «impregnando» por una «entidad cercana, amiga del territorio, con profesionales que tienen nombre y apellidos, que saben tratar a sus clientes también por su nombre y apellido» y que pelean día a día por mantener «la esencia de un modelo de banca que ya no existe», subrayó. Dijo que, como él los llama cariñosamente, son «los últimos de Filipinas de una forma de hacer», pero también por ofrecer «una banca profesional, una banca moderna, con las últimas tecnologías igual que la gran banca, pero manteniendo el ADN de una banca de las personas, de una banca que realmente se preocupa por la gente, de una banca que, al final, forma parte de la propia sociedad, porque nosotros los propios empleados de Caja Rural en León somos gente de León al fin y al cabo, que convive aquí socialmente y que forma parte del propio ecosistema leonés».
Respecto a la Fundación Caja Rural advirtió que lleva 27 años y que hace 24 hubo que hacer una «transformación» para darle contenido, porque toda el área Social y Cultural se llevaba desde el área de Comunicación. «De alguna manera la hemos ido alimentando desde el propio departamento. Hemos ido traspasando todos los expedientes, las cuestiones, hemos ido dándole forma y tanto la Fundación como la propia Caja», dijo, han demostrado su «facilidad de cambio» sin perder un ápice de «cercanía» y mostrando también «empatía con todos los colectivos sociales de todo tipo: económicos, empresariales, culturales...». «Estamos tan pegados, tan mimetizados y tan comprometidos con la gente, que es la gente la que te obliga a cambiar, porque te está presentando continuamente propuestas de proyectos, de iniciativas... y Caja Rural es una entidad ágil», concluyó.