La organización agraria lleva ejecutando este proyecto durante cuatro años en la localidad del sur leonés, en los dos últimos contando con la financiación de la Fundación Biodiversidad y el apoyo de Syngenta. Pero Cabreros es solo una de las tres ubicaciones donde se ha desarrollado: los experimentos también se han realizado en Santorcaz, ubicado en la Comunidad de Madrid, y en Pizarro y Miajadas, en Extremadura.
El estudio
En concreto, en Cabreros sus responsables trabajaron en una serie de parcelas de regadío en las que se ha podido testar el comportamiento de diferentes mezclas de especies para mejorar la biodiversidad tanto de polinizadores como de aves; y es que la obligatoriedad de dejar sin cultivar cinco metros a lo largo de los cauces da agua abre una posibilidad interesante a la hora implantar márgenes multifuncionales que actúen como corredores de biodiversidad.
La jornada de presentación de resultados corrió de la mano de Álvaro Tejerina, técnico de Ucogal encargado de realizar los ensayos y el seguimiento agronómico de las siembras de especies florales y su interacción con los cultivos de las parcelas; Francisco García Verde, responsable de biodiversidad de la empresa Syngenta; Óscar Aguado, de la empresa Andrena y responsable del seguimiento entomológico de las siembras; y de Javier Alejandre, técnico de UPA y coordinador del proyecto.
El grupo de expertos expuso que los estudios han demostrado que es «perfectamente compatible» el aumento de la biodiversidad en los campos agrícolas con el mantenimiento de una actividad agrícola productiva.
De hecho, afirmaron, que «una gestión sostenible de los márgenes mejora su contribución a la biodiversidad al reducir la competencia con plantas herbáceas», suponiendo una mejorar de la productividad. Además, explicaron que las actuaciones limitadas en los campos de cultivo incrementan «espectacularmente» la biodiversidad de las tierras de labor.
Relacionado con la nueva PAC
El proyecto se relacionó con la nueva PAC y especialmente con la puesta en marcha de los ecorregímenes, en particular con el de espacios para la biodiversidad. El grupo de profesionales explicó las condiciones que están en el borrador de Real Decreto y analizó cómo lo aprendido en el desarrollo del proyecto ha servido para mejorar la redacción del ecorrégimen. De esta forma, los coeficientes de ponderación según prácticas fueron introducidos una vez que las administraciones competentes conocieron, gracias al proyecto, la capacidad de mejora de los márgenes multifuncionales frente a otros espacios de biodiversidad.
Pero la influencia de este trabajo en la normativa no termina ahí: durante la jornada, los 55 participantes estuvieron de acuerdo en pedir que cada agricultor decida dónde dejar los porcentajes de espacios de biodiversidad a los que obliga la norma, no teniendo que separar secano de regadío. Esta demanda expresa fue recogida por UPA y ya ha sido trasladada al Ministerio de Agricultura.
La organización ha insistido al Ministerio que atenderla puede aumentar el interés de los agricultores por este ecorrégimen y, así, asegurar un mayor impacto ambiental al aumentar las hectáreas que adopten corredores de biodiversidad.