El presidente de la Sala cuarta del Tribunal Supremo, Antonio Sempere, mostró este lunes su preocupación por el hecho de que «el tema de la amnistía oscurezca otros problemas que se agravan si no se abordan», entre los que destacó «la renovación del Consejo General del Poder Judicial, la provisión de las plazas, la dotación de medios a los órganos judiciales o el conseguir una mejor justicia cada día», ya que reconoció que «los asuntos se resuelven muy tarde», al tiempo que «la salud laboral de quienes están los tribunales empieza a verse resentida».
Convencido de que «es difícil que suceda» que «un proyecto de ley o un debate parlamentario acose a quienes están en la administración de justicia», Antonio Sempere consideró que «la situaciones graves no hay que magnificarlas», sino que «hay que hablarlas y afrontarlas», de manera que «forma parte del oficio del jurista el articular y activar los resortes jurídicos y no de otro tipo».
En este sentido, a pesar de que «las asociaciones judiciales o el Consejo General del Poder Judicial manifiestan opiniones», trasladó que, en su opinión «no corresponde a quienes administran justicia el tomar posición ante lo que son proyectos u opiniones, por muy importantes que fueran».
Jornada sobre jubilación
Así lo detalló ayer en León el presidente de la Sala cuarta del Tribunal Supremo con motivo de su participación de la jornada ‘La pensión de jubilación y su compatibilidad con el trabajo’, organizada por la Federación Leonesa de Empresarios junto a Ajudem, Bufete Casa de Ley, ALEOP, CaixaBank y MonteCredit.
«El ideal de todo el que trabaja es llegar a la jubilación y, como la expectativa de vida ha ido creciendo, el sistema de Seguridad Social ha cambiado lo que inicialmente era una prohibición, como era que una persona que ya había trabajado se fuera a jubilar y quisiera trabajar a otras reglas mucho más matizadas como la jubilación parcial, anticipada, flexible, activa o activa plena en todo un conjunto de previsiones que han ido abriendo aquel principio y convirtiéndolo en otro mucho más matizado», afirmó minutos antes de impartir una conferencia en el transcurso de la jornada.
En este sentido, Antonio Sempere aseguró que «no es malo para la sociedad que quien esté cobrando la pensión por jubilación trabaje», sino que «es bueno para el sistema productivo, para la economía y piscológicamente». No obstante, matizó que «como los recursos de la Seguridad Social son limitados, tampoco va a ser posible pagar las pensiones como si nada», lo que hace necesario «el establecimiento de reglas» que hacen que «se discuta sobre qué quieren decir las normas y se pleitee», para lo que «los profesionales que asesoran y los Tribunales acaban sentando criterios».
Por este motivo, el presidente de la Sala cuarta del Tribunal Supremo detalló que «el número de litigios por esta cuestión se ha incremento en términos absolutos, aunque no en porcentuales», ya que, mientras que «antes a penas se discutía porque la regla era una y muy clara», que era que «si se trabaja la jubilación está mal percibida», ahora «se ha abierto un espectro se duda».
Unas dudas que pasan por cuestiones como «si la jubilación se ha anticipado parcialmente de manera voluntaria o involuntaria, si el trabajo compatible es a tiempo parcial pero al 90 por ciento de la jornada o si hay límites o si las cotizaciones que se exigen incluyen las pagas extraordinarias».
«Sí que hay más litigios, ya que antes no existían más normas, pero no tantos como para decir que esto es lo que está inundando los juzgados y convirtiendo la lentitud en la norma», puntualizó Sempere, consciente de que «entre las normas, los criterios de la Seguridad Social y los Tribunales hay que hacer un cóctel y servirlo para cada caso».