El presidente inmediato de la Asociación Internacional de Odontología Pediátrica (IAPD, por sus siglas en inglés), Jorge Luis Castillo, consideró que «sería muy interesante que los dentistas contaran con desfibriladores para poder atender una emergencia». En su opinión, estos profesionales –sobre todo quienes atienden a pacientes adultos– «pueden verse envueltos en una situación de emergencia que puede estar relacionada o no con el tratamiento dental» y a la que deberían saber responder. Recordó que los procedimientos dentales en los que se utiliza la anestesia con vasoconstrictores, cirugías o incluso la ansiedad que pueda generar el simple hecho de sentarte en el sillón del dentista pueden suponer un problema y por eso valoró el poder contar con «una herramienta a mano» como el desfibrilador para conseguir evitar un mal mayor.
Saber cómo actuar
Jorge Luis Castillo también vio clave que las clínicas cuenten con un protocolo de emergencias y un entrenamiento para que los profesionales que trabajan en ellas puedan manejarse en situaciones complejas. ¿Qué hacer en ellas? ¿Cómo actuar de forma inmediata? ¿A quién llamar? Son algunas de las preguntas que afirmó que todos deberían saber responder con antelación, porque remarcó que «cuando llega ese momento de estrés en el que a un paciente le pasa algo a veces la reacción es ponerte nervioso y no saber que hacer».
Sin embargo, si tienes todo planeado, si tienes un protocolo, un entrenamiento y las herramientas necesarias va a ser mucho más fácil manejar las emergencias». A esto, dijo, hay que prestarle atención y tener mucho cuidado, porque «ha habido situaciones en consultorios dentales que incluso han terminado en la muerte de la persona, del paciente».