Se trata de un acuerdo que ahora empieza a dar sus primeros frutos. Concretamente, hay ya siete casas rectorales de otras tantas localidades de la provincia de León que van a pasar a integrarse en el parque de viviendas de alquiler social que gestiona la Junta en el conjunto de la comunidad.
En este sentido, los datos aportados a este periódico desde la Consejería de Fomento y Medio Ambiente establecen que hay tres casas del cura cuyos proyectos ya están actualmente en marcha, mientras las cuatro restantes se incluyen en el capítulo de futuras actuaciones en el marco de este convenio.
Una de las viviendas ya está incluso en obras. Se trata de la ubicada en la localidad de Vidanes, perteneciente al municipio de . Además, hay otros dos inmuebles para los que se está rematando la memoria del proyecto. Es el caso de las viviendas rectorales de las localidades de Chozas de Arriba y de Arcahueja, perteneciente al municipio de Valdefresno.
El listado que facilitan a este periódico fuentes del departamento encabezado por Suárez-Quiñones incluye además otras cuatro viviendas que se integrarían a medio plazo en el parque de alquiler social de la administración autonómica. Se trata concretamente de las casas del cura ubicadas en las localidades de Villimer (perteneciente al municipio de Villasabariego), Castrillo de la Ribera (en el municipio de Villaturiel), Valdevimbre y Onzonilla.
Las claves del convenio
Menos población en las zonas rurales y menos sacerdotes para atender sus parroquias. Son las circunstancias que han llevado a que las llamadas casas del cura de muchos pueblos de la provincia hayan quedado en desuso y sobre las que se basa el convenio suscrito por la Consejería de Fomento y Medio Ambiente y la Diócesis de León. "Ahora los sacerdotes tienen que atender muchas parroquias al mismo tiempo, pero en realidad sólo ocupan una vivienda", explicaba el obispo de León en julio durante la firma del convenio.El acuerdo pasa por la cesión de las viviendas en desuso para que se incorporen al parque de alquiler social que impulsa la Junta. El objetivo de este acuerdo pionero, que se pretende extender al conjunto de la comunidad, es doble. Por un lado, contribuir a fijar población en el medio rural de la provincia, concretamente, en los pueblos que se encuadran dentro del ámbito geográfico de la Diócesis de León. Por otro lado, se trata además de ayudar a las familias que por su situación personal, social o económica no pueden tener acceso a una vivienda en el mercado libre.
Las casas incluidas en el desarrollo del convenio son rehabilitadas por la Junta antes de incorporarlas al parque de alquiler social. Este protocolo de colaboración tiene una vigencia de cuatro años y es prorrogable por otros cuatro. Tras un examen de todas las casas rectorales en desuso y susceptibles por tanto de ser rehabilitadas, se han seleccionado las siete citadas.
Un beneficio para los pueblos
Las viviendas que se incorporan en virtud de este acuerdo al parque público están localizadas en pleno casco urbano de las localidades y cuentan además con todo tipo de servicios, por lo que se optimizan las infraestructuras existentes a la vez que se evita el deterioro del patrimonio inmobiliario de los diferentes núcleos rurales. Es preciso recordar finalmente que para garantizar el cumplimiento del protocolo se creó una comisión de seguimiento con representantes de ambas instituciones.Se trata del primer convenio que firma la Consejería de Fomento y Medio Ambiente con representantes de la iglesia para trabajar conjunta y coordinadamente a fin de facilitar el acceso a una vivienda digna y adecuada y atender situaciones difíciles, especialmente en el medio rural.