Para Pedro Pablo Sanz el absentismo laboral es «especialmente preocupante» en León, ya que «estamos hablando de un coste en toda la provincia por faltas por enfermedades y accidentes que no tienen nada que ver con el trabajo de 133 millones de euros». Desglosándolo, el gasto en términos de prestaciones económicas a la Seguridad Social ha sido de 77,53 millones de euros (un 9,66% más que en 2017), mientras que el coste directo a cargo de las empresas ha representado 55,87 millones de euros (un 16,12% más que el año anterior). En Castilla y León el gasto total sería de 610 millones y en España de 1.399.
En términos equivalentes a las jornadas de trabajo, estaríamos hablando –según Sanz– de que «en España un millón de trabajadores no fue ningún día del año pasado a trabajar, en Castilla y León 48.000 y en León en torno a unos 10.800». Durante 2018 se han contabilizado 30.768 procesos de incapacidad temporal por motivos no relacionados con los puestos de trabajo en León, un 10,76% más que en 2017. Este incremento de los procesos iniciados ha estado acompañado por el correspondiente a la incidencia media, que ha crecido un 8,74 por ciento en un año, lo que la sitúa en un ratio de 1,61 procesos de incapacidad temporal por cada cien trabajadores.
Respecto a las patologías que motivaron estas bajas, el director gerente de Amat aseguró que las más comunes tuvieron que ver con «problemas en la espalda, en articulaciones, tendinitis, esguinces o problemas en la columna cervical». Además, subrayó que «cuando estamos hablando de bajas por enfermedad común la asistencia sanitaria quien la presta es el servicio público de salud, en este caso el Sacyl, mientras que cuando hablamos de bajas por accidente de trabajo o enfermedad profesional quien presta la asistencia sanitaria es la mutua. Un dato que adquiere especial interés si se tiene en cuenta que «cuando actúan los médicos de las mutuas esas bajas duran de media en torno a un 50% menos en el país y en León un 57%». Una reducción cuya explicación afirmó que se encuentra en «la carga asistencial que tienen los servicios públicos de salud» que genera listas de espera que consiguen que «esas bajas se prolonguen un poco más».
Teniendo esto en cuenta, desde Amat se sigue demandando que las mutuas puedan emitir altas médicas en procesos de contingencias comunes diagnosticados con patologías traumatológicas, que son las que tratan con una mayor frecuencia.
Los sectores con más bajas
Otro de los aspectos a los que se hizo referencia durante esta jornada fueron los sectores en los que el absentismo laboral es más elevado. En León, según explicó Pedro Pablo Sanz, destacan el comercio al por menor (excepto el relacionado con vehículos a motor y motocicletas), las actividades administrativas de oficina y los servicios de comidas y bebidas. Por su parte, las franjas de edad más comunes a las que pertenecían quienes obtuvieron estas bajas fueron la comprendida entre los 36 y los 40 años (con 3.836 casos) y la que engloba a los trabajadores de entre 41 y 45 años (con 3.755).