Sólo dos de los siete aviones que debían aterrizar en León este fin de semana consiguieron tomar tierra en el destino previsto por culpa de la niebla y de un sistema ILS de aterrizaje en condiciones de baja visibilidad que sigue sin funcionar correctamente a pesar de los calibrados realizados en anteriores ocasiones.
Los tres vuelos programados el viernes, procedentes de Barcelona, Gran Canaria y Palma de Mallorca tuvieron que ser desviados al aeropuerto de Asturias, en Castrillón, cerca de Avilés, por la intensa niebla que existía en el aeródromo de La Virgen del Camino.
Tras un sábado sin vuelos programados, el mismo trastorno para los viajeros se repitió el domingo con los dos vuelos que llegaron desde Palma de Mallorca y Gran Canaria. En el caso de este último, intentó dos veces tomar tierra –como demuestra el itinerario seguido en la aplicación Flight Radar–, si bien terminó siendo desviado a Asturias, con el correspondiente retraso de más de media hora, aterrizando a las 20:25 horas.
Tan sólo lograron aterrizar en León y sin incidencias el vuelo chárter procedente de Liverpool del viernes y el que venía de Barcelona ayer a mediodía, pues ambos llegaron en momentos en que la niebla era menos intensa, si bien empeoraba por la mañana y a última hora del día.
Estos desvíos a Asturias en el primer fin de semana con niebla intensa demuestran una nueva incidencia en el sistema de aterrizaje ILS en condiciones de baja visibilidad en el aeropuerto de León, que ya se averió completamente en 2022 y cada invierno sigue dando problemas.