Aunque es por ahora un proyecto en pañales y no se conoce detalle alguno de lo que finalmente se acometerá, lo cierto es que la actuación ya ha generado revuelo políticos el Ayuntamiento de León. Sin embargo, el periodo de información pública al que se han sometido el estudio de viabilidad y el ante proyecto de obras se ha saldado sin que se haya presentado alegación alguna, según confirman a este periódico fuentes del equipo de gobierno municipal.
La iniciativa para renovar la plaza de San Marcelo parte de la necesidad de levantar su pavimento para impermeabilizar el aparcamiento subterráneo en el marco de la rehabilitación que acometerá próximamente la empresa adjudicataria del contrato de obras y gestión de unas instalaciones que son de titularidad municipal.
El presupuesto total roza los 2,7 millones de euros (IVA incluido) y las actuaciones en el exterior del parking estarían valoradas en casi 959.000 euros, según los datos que figuran en el anteproyecto de obras y el estudio de viabilidad sobre el futuro de un recinto cuyo contrato de explotación venció el pasado mes de junio después de medio siglo.
Dicho estudio solo contempla la posibilidad de una nueva concesión a una empresa privada, que se encargaría además de ejecutar las importantes mejoras que requiere el aparcamiento en la práctica totalidad de las instalaciones.
El equipo de gobierno municipal quiere aprovechar la ocasión para mejorar la movilidad en el entronque de la plaza de San Marcelo con la de Botines, donde actualmente están la fuente y las jardineras de piedra que sirven también como asiento y zona de sombra para los viandantes y que dan acceso a las escaleras que salvan el desnivel existente entre la cota de los dos espacios.
No es la primera vez que se acometen actuaciones para mejorar la movilidad en esta zona, puesto que en su día ya se habilitaron las enormes rampas que dan acceso a la plaza de San Marcelo desde la calle Teatro y en la zona más próxima a la iglesia.
La idea general que se plantea en el anteproyecto que han elaborado los técnicos municipales es precisamente ampliar esta última rampa a la totalidad del entronque con la plaza de Botines, aunque manteniendo la altura y la ubicación actual de la fuente. Desaparecerían, por tanto, las escaleras que hay actualmente en la zona, así como las jardineras de piedra y el lucernario habilitado hace poco más de una década aprovechando el antiguo acceso al aparcamiento subterráneo, que se clausuró al ejecutarse la nueva escalera y al colocarse el ascensor. Pero se trata solo de un anteproyecto, puesto que el diseño definitivo de los cambios se conocerá cuando se adjudique el contrato y se haya elegido entre las propuestas que planteen las diferentes empresas que concurran a la licitación para su posterior desarrollo.
El proyecto que finalmente se acometa deberá contar en todo caso con el beneplácito de la Comisión Territorial de Patrimonio Cultural y tendrá que contemplar una solución urbanística que sirva para mejorar y unificar el entronque de las dos plazas incluyendo zonas de estancia, espacios verdes, arbolado, mobiliario urbano (bancos y papeleras) y la fuente actual.
La reordenación de estos elementos –el anteproyecto que ha salido a información pública ya preveía que se trasplanten los árboles actuales– y el lugar en el que se reubique la maqueta de la ciudad dependerán del proyecto que finalmente se seleccione. Lo mismo ocurrirá con la decisión de si se recupera el empedrado actual después de que se haya acometido la impermeabilización del parking o si se opta por un nuevo pavimento acorde a las zonas adyacentes a la plaza.
Trifulca política
Pese a que solo existe ahora mismo un anteproyecto y pese a que aún falta bastante tiempo para conocer las propuestas que puedan presentar las empresas y para tomar una decisión al respecto, los tres grupos de la oposición municipal –que superan la mayoría del plenario– se han unido para presentar una moción que frene la iniciativa y para pedir que se haga «por consenso» al tratarse de un lugar emblemático de la capital leonesa. Quieren además que se estudie la posibilidad de municipalizar la gestión del parking, algo que descarta por completo el informe elaborado al respecto por los técnicos municipales.
Es por eso que se ha fijado una hoja de ruta que establece una nueva licitación que incluiría la ejecución de las obras necesarias y la gestión posterior del aparcamiento durante un periodo que los técnicos municipales fijan inicialmente en 25 años. Este sería el periodo en el que se estima tanto la vida útil de las instalaciones como la recuperación de la inversión por parte de la empresa adjudicataria, que abonará en todo caso un canon de 140.400 euros anuales al Ayuntamiento.