"Sin ley no hay democracia ni libertad y es un orgullo poder decir esto en León"

Rajoy visita la capital y enmienda su error al llevar a Reino Unido la Cuna del Parlamentarismo

Alfonso Martínez
23/01/2018
 Actualizado a 15/09/2019
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Con puntualidad más británica que española entraba este martes a las doce menos cuarto de la mañana en la vía 2 de la estación de trenes de León el Avant en el que viajaba el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, quien protagonizó una visita de trabajo que sirvió también para enmendar su error al atribuir en un artículo a Reino Unido la Cuna de la Parlamentarismo.

El presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, la delegada del Gobierno, María José Salgueiro, y el alcalde de León, Antonio Silván, fueron los encargados de recibir al presidente en el andén ante la sorpresa de los demás viajeros. Josefina, gallega y paisana por tanto del presidente, no se contiene y le da su particular bienvenida: «Mucha suerte con el panorama que tiene». También un niño quiere saludar a Rajoy desde los brazos de su padre. «Dile hola al presidente», le animan.

Antes de subir a los coches oficiales, Silván explica a Rajoy el estado de dos proyectos ubicados en las inmediaciones de la estación, el soterramiento de la línea del AVE, y el Palacio de Exposiciones con sus 9.000 metros cuadrados de superficie.

La ciberseguridad es algo fundamental para nuestra sociedad y el Incibe trabaja de una forma admirable
Pero la agenda marcaba como primer destino el Instituto Nacional de Ciberseguridad (Incibe), donde el presidente del Gobierno pudo conocer de primera mano el funcionamiento de un centro que el año pasado gestionó un total de 123.064 incidentes y del que destacó sus iniciativas para afrontarlos y para prevenirlos, algo que consideró «fundamental» para toda la sociedad española. «La ciberseguridad es un sector en evolución permanente que toca de lleno a la seguridad nacional y el Incibe contribuye de un modo admirable desde León a a ese propósito», aseveró.

La segunda –y principal– parada de la comitiva presidencial estaba fijada en la Colegiata de San Isidoro. Rajoy fue recibido en la plaza aneja al templo por algo más de un centenar de leonesistas para exigirle más inversiones y recordarle la identidad del viejo reino.

Estaría bien que hoy todos tuviéramos clara la sujeción de todos a la ley como pasó aquí mismo en el siglo XII
Ya en el interior, el presidente del Gobierno pudo contemplar el cáliz de Doña Urraca –también en tres dimensiones– y visitar el Panteón de los Reyes antes de recibir de manos de Silván una copia de los ‘decreta’ antes de acceder al claustro de San Isidoro, donde se celebraron las Cortes de 1188 y donde ayer se había organizado el acto institucional. Rajoy inició su intervención recordando los diez años que pasó en León cuando era pequeño. «Pocos sitios hay tan gratos para mi como esta ciudad, porque vivi aquí desde los 5 hasta los 15 años. Fue en la calle Cid, a 150 metros de donde estamos. Empece mis estudios en las Discípulas y luego tenía que coger el autobús para poder ir a los Jesuitas. Es una ciudad que me ha dejado marcado para siempre. Para mí es una auténtica satisfacción estar aquí y ver que una ciudad a la que quiero progresa cada vez más y sabe cuidar su casco histórico, sus tradiciones y su deslumbrante patrimonio arquitectónico y artístico del que San Isidoro es una muestra sin igual», aseguró el presidente.

Rajoy incidió además en que la Colegiata es una «excepcional» demostración de que León es historia de España y destacó los ‘decreta’ emanados de las Cortes de 1188. Recordó en este sentido que están compuestos por 17 estatutos en los que se esboza la protección de algunos derechos fundamentales de las personas, como es el caso de la inviolabilidad del domicilio y del correo, la condena del falso testimonio o la defensa de la propiedad privada.

Los ‘decreta’ son cuna de valores democráticos que son totalmente válidos en España, Europa y el mundo
Sin embargo, el presidente quiso hacer referencia al desafío catalanista también a través de los ‘decreta’. «Reflejan algo tan importante como la sujeción de todos a la ley. De todos, empezando por el rey Alfonso IX. Y ese sometimiento de todos al imperio de la ley es el requisito fundamental de una democracia que merezca tal nombre. En León lo tuvieron claro en el siglo XII. Sería bueno que nueve siglo después lo tuviéramos todos claro en todos los rincones de España», agregó.

Rajoy consideró además que el claustro de San Isidoro es el mejor escenario para proclamar que el parlamento es el «templo sagrado» de la democracia. «Es allí donde se acuerdan las leyes que a todos nos obligan, a todos nos liberan y a todos nos igualan, porque sin respeto a la ley no hay democracia, donde no hay ley no hay libertad y donde la ley termina comienza la tiranía», defendió el presidente.

Siguiendo con las referencias al desafío catalanista, el presidente aseguró que la falta de respeto a la ley y el intento de «contraponerla» a la democracia por parte de «algún gobernante de Cataluña» –en clara alusión a Carles Puigdemont– ha generado una enorme «crisis» en nuestro país, lo que ha obligado a utilizar los instrumentos legales diseñados para la defensa del orden constitucional. Rajoy fijó además los tres objetivos que se ha fijado para las próximas fechas en Cataluña. «Que se imponga el sentido común, que la ley se respete y se cumpla y que recuperemos la normalidad institucional, económica y social. No hay alternativa a la ley porque España es una democracia. Y es un orgullo poder decir esto desde aquí, desde León, cuna del parlamentarismo y de muchos valores democráticos totalmente validos hoy en España, en Europa y en el mundo entero», concluyó.

Y con esta defensa encendida defensa de la democracia pronunciada desde su cuna finalizó el acto institucional de la visita de Rajoy, que prosiguió con un paseo por el centro de la ciudad y un homenaje a la capitalidad gastronómica, con un aperitivo en el Camarote Madrid y una comida en Casa Mando antes de que a eso de las cinco y media de la tarde el presidente volviera a Madrid.
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