Es ingeniero de Caminos, Canales y Puertos y su trayectoria ha estado vinculada principalmente a la construcción. Fue elegido ‘Empresario del Año’ por su capacidad innovadora y su apuesta por la sostenibilidad en el sector justo unos meses antes de que en marzo fuese elegido presidente de la Federación Leonesa de Empresarios (Fele).
– Ha pasado ya más de medio año desde que tomó posesión como presidente de la Fele. ¿Cuál es su balance de este periodo? ¿Cómo ve la situación del empresariado leonés?
– Han pasado seis meses, pero me han parecido seis días. Han pasado muy rápido. Es verdad que este medio año ha estado rodeado de dos periodos electorales, de un verano y de un inicio de curso marcado por la incertidumbre política, cosa que a los empresarios no nos gusta, pero también exterior, porque la guerra de Ucrania sigue ahí y ahora tenemos el conflicto de Gaza. Por otro lado, hemos estado muy activos. Hemos estado esta semana en Madrid en un acto importante en el que el empresariado del noroeste estamos unidos en algo que creemos importante para todos. No porque hagamos el Corredor Atlántico se van a resolver todos los males, pero sí va a suponer un punto de atracción, un punto de dinamización para un territorio que está en plena involución. No hemos recuperado los datos del PIB de 2008 y se han perdido muchos empleos desde entonces aquí y en el resto de la comunidad. Hay problemas que afectan a todos los territorios. Falta retención de talento joven y por eso perdemos población y sufrimos el envejecimiento. Eso no es un mal, sino una realidad. Parece que hablamos del Corredor Atlántico como el maná, pero en realidad es sólo un fundamento para poder dinamizar. Después del Corredor Atlántico hay más problemas y debemos buscar más soluciones, pero sí será un elemento dinamizador. Al empresariado leonés le falta algo que le conecte. Vemos los fines de semana que en la capital y en la provincia el turismo este año está siendo importante. No sé si hay mucha gente con menos capacidad de gasto, pero es cierto que las calles, los hoteles y los restaurantes están llenos. Pero también tenemos perspectivas difíciles como la del Bierzo, que se enfrenta a algunas situaciones complicadas. Por un lado, vemos dudas en el futuro, por la inestabilidad política, dudas en la macroeconomía, que no va bien en términos generales, pero también es verdad que en el día a día parece que la crisis no ha llegado. En todo caso, necesitamos estabilidad política para poder resolver todas esas dudas.
"La ‘Mesa por León’ nació en vía muerta y nunca estuvo previsto que el tren saliera"
– Hablaba del acto celebrado esta semana en Madrid para reivindicar el Corredor Atlántico. ¿Por qué es tan relevante para León?
– Es un elemento dinamizador. No es importante por la propia infraestructura en sí, sino por que será un elemento dinamizador en dos tiempos. Primero, durante la ejecución de la obra, que supone una inversión importante. Estamos hablando de casi 2.400 millones de euros que faltan por ejecutar en el Corredor Atlántico en la provincia de León. El día 29 se pone en marcha la Variante de Pajares y eso supone una perspectiva de ilusión tanto en Asturias como en León. El AVE ha dinamizado de manera importante la ciudad, pero tenemos pocas frecuencias. Cuando llegue a Asturias, que tiene un millón y medio de habitantes, van a aumentar esas frecuencias. Y también es un elemento dinamizador. El Corredor Atlántico es importante por la obra y también a futuro, en el desarrollo de la actividad logística. León, Asturias y Galicia tienen gran dependencia de este sector y el Corredor Atlántico se centra fundamentalmente en las mercancías y servirá para conectar los puertos de La Coruña y Gijón con Europa a través de León. Y por eso lo que importa es un nudo intermodal para cambiar del puerto al ferrocarril y al camión. La logística es muy importante y lo vemos en Villadangos, donde hay una clara presencia de operadores y donde vemos interés por el desarrollo de la ampliación del polígono. El Corredor Atlántico no es la única solución, pero sí es una de las soluciones.
– ¿Se sienten respaldados por el resto de los empresarios de la comunidad en esta reivindicación?
– Nuestro presidente autonómico, Santiago Aparicio, estuvo presente en ese acto, pero el noroeste es geográfico. El Corredor Atlántico, a diferencia del Mediterráneo, tiene una espina dorsal que es Algeciras, Hendaya, Francia e Irlanda. Francia no está poniendo toda la carne en el asador para desarrollar su parte, pero nuestro trabajo es que la parte española sí esté en marcha. El secretario de Estado nos dijo el otro día que los presupuestos ya están equilibrados entre el Corredor Atlántico y el Mediterráneo y hace un tiempo estábamos muy por detrás. En cuanto al resto de la comunidad, el Corredor Atlántico pasa por Burgos y por Valladolid, que tienen sus infraestructuras también. ¿Por qué defendemos el ramal del noroeste? Porque nosotros estamos encuadrados el noroeste. Para que Asturias y Galicia lleguen al Corredor Atlántico sólo pueden pasar por León. Y el tramo de Orense a Monforte, Ponferrada y León sólo puede pasar por el puerto del Manzanal. Va retrasado, pero tiene que pasar por allí. No hay ninguna duda de que la variante de mercancías no va a ir por Orense y Lubián como ocurre con el AVE de pasajeros. Las mercancías sólo pueden ir por arriba, porque la vía de ancho que hay por abajo no está electrificada.
– El secretario de Estado recordó también la importancia que tienen las inversiones privadas para poner en valor las inversiones públicas en infraestructuras. ¿Se tomó como una indirecta la alusión a la falta de propuestas del noroeste para desarrollar las autopistas ferroviarias?
– Claro que las inversiones privadas son fundamentales, pero también es cierto que las autopistas ferroviarias son un elemento rodante, no una infraestructura. Hablamos de un tren que lleva camiones encima, no de una infraestructura nueva. La forma de traer mercancías desde los puertos puede ser a granel en trenes específicos, en contenedores que se pasan del barco al tren o en camiones que se montan con su cabeza tractora en el propio tren y que llegan al punto intermodal, se baja del tren y marcha. Por eso se llama autopista ferroviaria, pero no es una infraestructura específica para este cometido. Nos dijeron que había 14 peticiones de operadores en España. Lo que interesa es que muchos camiones las utilicen, porque hablamos de trenes de 750 metros. Se trata de que haya una estación intermodal en la que el contenedor pase del barco al camión para ser trasladado en tren a otra estación intermodal y que desde allí pueda salir directamente. Ahí no pueden entrar graneles o coches, sino que se centra en los contenedores. Y ahora vamos a ver si en el empresariado del noroeste hay capacidad, demande e interés de sumarse a esas autopistas.
– Más allá de las infraestructuras previstas, ¿cuáles son las principales demandas que plantean los empresarios leoneses a la hora de contribuir al desarrollo de la provincia?
– El gran problema que tiene León es la retención del talento joven, pero también ocurre en otros muchos territorios. El gran problema de las empresas está en las vacantes. También nos está afectando la subida de los tipos de interés, porque distorsiona los costes de producción, pero sobre lo más grave es la cantidad de puestos que tenemos sin cubrir pese a que sigue habiendo paro. Es chocante, pero es una realidad. Hay paro y al mismo tiempo no conseguimos cubrir puestos en determinados sectores. Y cada vez son más. El sector servicios tiene un problema importante de vacantes y lo mismo ocurre con la construcción. Este problema se da en todas partes, pero es mucho más grave en zonas en las que se pierde población. La retención de talento y las vacantes son un hándicap para el crecimiento de las empresas. León tiene menos jóvenes y al mismo tiempo se está jubilando mucha gente. Eso hace que perdamos población activa y que suframos una pérdida de productividad importante. Ese es nuestro gran reto en León y en todo el noroeste. Es verdad que en las ciudades quizá el problema sea menor, pero al final acaba siendo acuciante en los territorios que tenemos un medio rural importante. Todo aquello que incentive la retención del talento es bueno para León y para mejorar sus posibilidades de crecimiento.
– ¿Y en qué sectores empresariales de la provincia son mayores esas posibilidades de crecimiento?
– El turismo es importante en toda la provincia. Si con la Variante de Pajares nos ponen más frecuencias de AVE, hay posibilidades de desarrollo, porque hasta ahora los visitantes venían más del centro de la península hacia el norte y ahora podremos mejorar la afluencia que ya existe de manera tradicional entre Asturias y León. Es una muestra de que mejorar las infraestructuras siempre genera desarrollo. El AVE lleva ocho años y ha ido mejorando sus frecuencias y prestaciones. Nadie puede negar que hay sido uno de los mejores logros que hemos tenido y por eso Asturias quiere un AVE. También está el sector logístico y al mismo tiempo el agroalimentario, al que le viene bien poder sacar sus mercancías con mayor facilidad y ser así más competitivo. Son tres sectores importantes. Si desarrollamos la logística, bien en Villadangos, bien en Torneros, y hay interés de las empresas del sector por instalarse, al final eso genera actividad y retiene talento. El sector logístico es joven y tiene una edad media inferior a la de otros. Creo que es una de las claves en las que nos podemos apoyar. ¿Veremos este desarrollo en cuatro o cinco años? Depende de la cadencia y de la rapidez a la hora de acometer las inversiones.
– Esa quizá sea otra de las claves, porque parece que aquí en León todo avanza siempre con demasiada lentitud. Pienso por ejemplo en la autovía que debería unir León con Valladolid…
– Como ingeniero, sigo sin entender que no se haga salvo que no haya interés político en hacerla, porque desde el punto de vista geotécnico es una autovía tremendamente sencilla. En todo caso, lo pasado no nos soluciona el futuro y también hay aspectos positivos. La ampliación del polígono de Villadangos, y pasaría lo mismo con Torneros si se desarrollase al mismo nivel, está en ejecución y hay interés de las empresas porque desde el Somacyl me dicen que tiene el 80% de su superficie ya comprometida. Es importante, porque es una zona rural pese a estar a 20 kilómetros de León y beneficia a todo el corredor hacia Astorga. Y en cuanto a Torneros, aquí no tenemos puertos, pero sí deberíamos ser el nudo intermodal del noroeste, aunque para eso tiene que haber atracción de empresas y de mercancías. Galicia tiene mucho interés porque necesitan sacar sus mercancías del puerto de manera lo más competitiva posible y en Asturias pasa lo mismo. Y por eso nuestra ventaja es ser ese nudo del noroeste. En todo el Corredor Atlántico, el ramal más reivindicativo es el del noroeste. El resto es una columna que pasa por muchas comunidades, que demandan sus infraestructuras y tienen derecho a ello, pero la parte más activa es la del noroeste y León está al frente.
"Para incentivar a los jóvenes hay que tener en cuenta sus prioridades. Trabajar sí, pero también tener tiempo libre"
– Hablaba antes de retención de talento y de vacantes. ¿Hay pocos jóvenes, se van o están poco formados?
– Es un problema sociológico. Los jóvenes de hoy en día tienen una mentalidad diferente a la que teníamos antes. Las nuevas generaciones valoran mucho el tiempo libre y la conciliación. Y lo entiendo, pero antes había un interés nato por tener una trayectoria profesional y eso requería muchos esfuerzos. Sin embargo, hoy en día se valora más la conciliación personal y familiar. Valoran mucho más el tiempo libre y es un tema sociológico que ya se venía dando y que se acrecentó con la pandemia, porque nadie pensaba que íbamos a estar encerrados en casa y eso nos hace valorar más la libertad. Tenemos que tener en cuenta la mentalidad de los jóvenes de hoy, no la de cuando yo era joven hace no tanto tiempo. Para incentivar a los jóvenes tenemos que tener en cuenta sus prioridades. Trabajar y esforzarse sí, pero también tener tiempo libre. Por consiguiente, para poder atraer a la gente joven tenemos que tener en cuenta todos esos aspectos y eso no es nada sencillo.
– ¿Están aprovechando las empresas leonesas los fondos europeos?
– En lo referido a los proyectos de la administración, los fondos están llegando. Vemos proyectos como la eficiencia energética del CHF, del Ayuntamiento de Ordoño o del Palacio de los Deportes. Es verdad que también tenemos obras de calmado del tráfico. Sin embargo, la parte empresarial está mucho más parada con los Perte. La complejidad administrativa de la UE lleva a que todo sea mucho más lento. Y en cuanto a la eficiencia energética de particulares, con el cambio de ventanas o de sistemas de calefacción, vemos que la solicitud de las subvenciones es engorrosa y que las comunidades de vecinos están en un momento de aumento de costes y no están dispuestas a adelantar el dinero pese a que luego lo recuperen.
– ¿Cómo están sus relaciones con los sindicatos en el diálogo social?
– La relación es buena, pero es verdad que hemos tenido trabas desde la Junta en el tema del Serla, que funcionaba perfectamente y cumplía sus objetivos. Algo que funciona no hay que cambiarlo. En todo caso, hemos superado una etapa en la que hace un año las diferencias con la administración eran mucho más grandes que ahora.
– Durante el anterior mandato se puso en marcha la llamada ‘Mesa por León’, que se cerró sin aportar nada. ¿Cree que era una mala idea o que podría dar algo positivo si hubieran hecho las cosas de otra manera?
– La ‘Mesa por León’ nació en vía muerta. En todas las estaciones hay una vía que acaba en un tope y el tren se queda ahí. Creo que la ‘Mesa por León’ nació en vía muerta y nunca estuvo previsto que ese tren saliera. Cuando se crea un instrumento para agilizar las inversiones, no puede ser que al final las retrase aún más. ¿No fue ágil porque no era el instrumento adecuado o porque no se pusieron las ganas necesarias para que lo fuese? La pandemia nos trajo muchos problemas, pero también ha sido la disculpa de muchas cosas. Tanto los sindicatos como nosotros entendemos que la ‘Mesa por León’ debería reconducirse, porque lo que no podemos cometer dos veces el mismo error y hacer lo mismo para que vuelva a no funcionar. Debemos repensar su funcionamiento, pero cualquier instrumento que sirva para agilizar las inversiones y frenar la involución económica en la que está León será bienvenido. Tenemos mimbres para lograrlo, como el Incibe, que es un elemento dinamizador impresionante y sectores como el tecnológico y farmacéutico que también pueden retener ese talento joven del que hablábamos antes. Son polos de gente con formación que atraen eventos de gran relevancia como el Enise. Pocas ciudades permiten llegar en AVE, estar en el Palacio de Exposiciones en dos minutos y después llegar en diez a la Catedral para conocer el casco histórico. La situación es compleja, pero León tiene mimbres y está en condiciones de dar un estirón.