Soldados de cuatro patas

Los seis perros del equipo cinológico de la UME de León fueron los protagonistas este lunes de unas jornadas en la Facultad de Veterinaria

C. Centeno
22/10/2018
 Actualizado a 19/09/2019
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Los perros del equipo cinológico de la Unidad Militar de Emergencia son «un miembro más de la UME». Soldados de cuatro patas que poco o nada tienen que ver con un can doméstico. Así se lo aseguró este lunes el cabo Brandán Mora, guía y reconocido adiestrador canino, a los alumnos y profesores de la Facultad de Veterinaria que presenciaron la jornada ‘UME: equipos cinológicos’, organizada por la Cátedra Almirante Bonifaz de Seguridad y Defensa.

El brigada jefe del equipo cinológico del batallón número V de la UME, con sede en la base Conde de Gazola de Ferral del Bernesga, Jesús González Mojardín, y el cabo Brandán Mora, fueron los encargados de trasladar a los asistentes las claves del trabajo de estos animales, que forman un binomio con sus guías y que están entrenados para trabajar en rescates tanto de estructuras colapsadas como de grandes áreas y aludes.

La fórmula de rescate está basada en el olfato que desarrollan estos animales. «No hay ningún medio tecnológico que supere el olfato del perro», apuntó el cabo de la UME, un extremo que aunque «no quiere decir que nunca fallen», les sigue haciendo necesarios en caso de catástrofes.

«No hay ningún medio tecnológico que supere el olfato del perro», aseguran los militares de rescate En la actualidad, la Unidad Militar de Emergencia tiene 43 perros perfectamente preparados para realizar rescates en cualquiera de esas situaciones. Seis de ellos están en la base Conde de Gazola, donde cada uno de ellos tiene su propia caseta con calefacción, entre otros detalles. Además, tanto el pienso como el entrenamiento físico –tratan de fomentar su instinto de caza descartando la parte final de alimentación y aumentar la capacidad de trabajo del animal– como el control veterinario es completamente individualizado. Hay tres especializados en el rescate de personas vivas y otros tres, uno de los cuales aún está en periodo de formación, en la localización de víctimas mortales. Cada uno de los tres guías de la UMEde León tiene dos perros a su cargo. «No es recomendable que cojamos más de cinco días de vacaciones seguidos para que el perro no nos olvide», puso como ejemplo Mora a los asistentes para demostrar la relación que tienen con el animal. Normalmente, se quedan en la base, aunque en casos de enfermedad de alguno de los animales pueden incluso llevárselo a casa. Forman un equipo inseparable.

Pudieron comprobarlo este lunes los que, tras la conferencia, vieron la exhibición ofrecida por guías y perros en el exterior de la Facultad de Veterinaria. Cada can respondía y obedecía a las órdenes de su guía para sortear los múltiples obstáculos a los que se enfrentaron y a con los que entrenan a menudo para que, en una situación real de rescate, las situaciones de estrés no les supongan ningún tipo de problema. «A mi perro no le puede sorprender nada», aseguró Mora, ni siquiera un salto en paracaídas. Porque a pesar de que subir unas escalerasno sea fácil, uno de estos perros no para de intentarlo hasta que no lo consigue. Y sabe que, después, hay recompensa.
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