"La solución para León no pasa por una involución administrativa a un aislamiento"

Entrevista a Carlos Martínez, futuro secretario general del PSOE de Castilla y León

02/02/2025
 Actualizado a 02/02/2025
El nuevo líder del PSOE de Castilla y León, Carlos Martínez. MIRIAM CHACÓN (ICAL)
El nuevo líder del PSOE de Castilla y León, Carlos Martínez. MIRIAM CHACÓN (ICAL)

A finales de febrero el PSOE de Castilla y León celebra en Palencia un congreso del que saldrá elegido su nuevo líder,Carlos Martínez, soriano de 51 años que lleva 18 siendo alcalde de su ciudad. Debe renovar su partido y despertar ilusión en el electorado, y dice tener claro cómo pese a las evidentes dificultades de desbancar al PP después de cuatro décadas en el poder.Si algo le avala es que, en realidad, en la guerra interna del PSOE él nunca se postuló para el cargo.

– ¿Qué le motivó a asumir el liderazgo del PSOE en Castilla y León en este momento clave de la política autonómica?
– En primer lugar esa convocatoria de congreso que hizo que generáramos un ruido que desde luego no era positivo, de discrepancia interna. Como digo siempre, cuando hay ruido dentro desde fuera es imposible que te escuchen. En segundo lugar, lo que fue ya el detonante que hizo que tomara la decisión colectiva, pero también personal, individual, fue la presentación de los presupuestos por parte de Alfonso Fernández Mañueco, ya que estos vuelven a ser una repetición de lo de siempre.

– En las casi cuatro décadas de gobiernos del PP en esta comunidad se ha escuchado poca autocrítica por parte del PSOE. ¿Qué cambios cree que son necesarios en su partido para mejorar los resultados electorales en Castilla y León?
– La autocrítica es absolutamente necesaria. Primero hay que hacer una mirada al interior en la que podamos analizar qué se ha hecho, qué no se ha hecho o qué se puede mejorar. Es verdad que en el panorama nacional, si se analiza un poco desde el punto de vista autonómico, en las grandes comunidades la alternancia política ha sido muy difícil que se dé. Lo hemos visto en Andalucía, lo hemos visto en Castilla-La Mancha y lo vemos en Castilla y León. En ellas la dificultad de que se genere esa alternancia es una realidad. Sin embargo, hemos visto también que cuando se da una oportunidad puede surgir esa pérdida del miedo al cambio. Nosotros tenemos que hacer autocrítica sin hacer una enmienda a la totalidad a todo lo que se ha hecho porque todos tenemos aciertos y errores en la vida política y también existen coyunturas. Estaríamos ante una cosa diferente si no se hubiera truncado la oportunidad de Ciudadanos. Estaríamos hoy, seguramente, con una Castilla y León socialista y dirigiendo un proyecto político seguramente muy diferente. La posibilidad de asumir las riendas del Gobierno permite demostrar a la ciudadanía que se pueden hacer ciertas cosas de otra forma y que esa forma de hacer las cosas puede convencer a la gente y romper las inercias de voto. Necesitamos atrevernos como sociedad al cambio y visualizar que ese cambio puede ser fructífero. En eso estamos. Esta también es una comunidad muy rentable para el PP, que culpa al Gobierno de España sin asumir sus propias responsabilidades. Toda la problemática siempre viene de otros, nunca de los suyos. Esta es, además, una comunidad tan extensa que los problemas locales, de cada uno de los territorios hacen que prácticamente la política autonómica ni esté, ni se le espere, ni se interese nadie por ella. Esa invisibilidad favorece a una inercia de Gobierno de los que están que está perpetuando la problemática que tenemos. Los viejos problemas nunca se resuelven porque ya prácticamente los hemos interiorizado. Tenemos una autonomía que devora 15.000 millones de la que nada se espera y a la que nada se le exige. Ese es el grandísimo problema que yo creo que tenemos como comunidad, que la invisibilidad ha hecho rentable que los políticos del PP esto lo entiendan como la herencia, como un cortijo.

– A nivel interno ya ha dicho que los cambios llegarán después del Congreso. ¿Seguirá Tudanca siendo portavoz en las Cortes? ¿Reorganizará su equipo? 
– No quiero hablar todavía de personas. Tengo una secuencia muy clara, que es proyecto-equipo-liderazgo. En el equipo estamos todos y hay que tener claro que hay un proyecto colectivo que nos tiene que llevar a empujar todos en la misma dirección. Los puestos de responsabilidad pueden ser unos u otros desde el punto de vista, además, de que aquí tiene que haber unas sinergias y una complementaridad tanto desde el punto de vista de lo orgánico como de la representación institucional. Soy consciente del impasse que existe hoy por hoy en este periodo de transición que existe entre el proceso orgánico y la convocatoria de las elecciones. Tiene que haber necesariamente un proceso que yo creo que estamos llevando, además, de forma ejemplar, porque creo que lo que estaba esperando el PP es que nos acuchilláramos y por eso hoy están descolocados. No es que se hayan levantado del sofá, pero se han incorporado y han empezado a hacer no gobierno, sino campaña, y huele incluso a adelanto electoral. No lo descarto. Están nerviosos y dudando. Pero insisto, esto no va de personas solo, así que vamos a esperar a todo este proceso. Yo a Luis Tudanca le he pedido que al menos tengamos ese tiempo de impasse. Esto hay que conjugarlo hasta el 23 y el 11 empezamos la actividad parlamentaria otra vez. Necesitamos un mínimo periodo que he pedido a Luis para que hagamos esa transición de forma tranquila siendo conscientes de que, lógicamente, tiene que haber una sustitución, pero sin ponernos ningún tipo de fechas ni limitaciones para poder hacerlo con toda la normalidad posible. 

– ¿Qué papel tendrá la leonesa Nuria Rubio?
– Respecto a Nuria Rubio digo lo mismo. Yo lo que necesito son liderazgos horizontales. Siempre he reclamado que los equipos de las provincias muevan a sus jugadores en función de las necesidades de ese proyecto provincial. Hace falta tener un núcleo duro de confianza, pero también tiene que darse esa confianza. Yo no soy capaz de conocer hoy por hoy el perfil de las nueve provincias, pero confío en mis compañeros para que ellos me puedan decir quiénes son las personas que tienen que dedicar al proyecto autonómico dentro de su proyecto provincial y, a partir de ahí, jugaremos con ello. No hay preasignada ninguna responsabilidad. Entiendo que, lógicamente, Nuria es un pilar clave en León, pero insisto en que no hay una tarjeta prefijada. 

– Su postura respecto al leonesismo ha sido clara: entiende el desapego de esta provincia, pero cree que es mejor sumar fuerzas que dividir. ¿Cómo explica la contradicción que eso supone con que el PSOE apoye una moción pro-autonomía en la Diputación?
– Yo creo que no es contradictorio. También creo que la solución de la problemática de los territorios no pasa por el ejercicio de un cambio en cuanto a situación administrativa. La problemática de León la tienen que arreglar las políticas públicas. Creo que la solución a los grandes problemas que tiene y afronta León, como Zamora o Soria, no pasa por una involución administrativa a un aislamiento, aunque pueda entenderlo o respetarlo. Seguramente ese sentimiento no sería tan exacerbado hoy si el Ejecutivo autonómico hubiera dado respuesta a una provincia pujante en su momento, pero a la que no se ha sabido dar un proyecto de reindustrialización, de integración en la comunidad. Ha habido un sentimiento de confrontación en muchas ocasiones. Entiendo que si en la comunidad autónoma somos capaces de desarrollar un proyecto que sea capaz de diagnosticar los grandes problemas y empujar todos a una para poderlos resolver, esto sería mucho más interesante y seguramente más fácil que plantear un proceso de separación administrativa que no conlleva automáticamente la resolución de los problemas que está viviendo la ciudadanía. Yo así lo siento y soy de una provincia como es Soria, que histórica y culturalmente tiene mucha más relación con La Rioja o Aragón, por ejemplo. Tenemos que ser lo suficientemente respetuosos con la diversidad de opiniones dentro de los partidos y que luego esa diversidad de opiniones se sustancie dentro de lo que son las agrupaciones. Si hay una provincia de Castilla y León que tiene ese sentimiento y lo vota, ese sentimiento se vota allí, pero también se tiene que entender la votación conjunta de todos. No creo que eso sea negativo. Yo no me siento agredido como soriano y ahora menos como secretario general del PSOE de Castilla y León porque en mi partido haya un sentimiento regionalista leonés. Yo lo que digo es que la solución a los problemas de León no pasa por un cambio de situación administrativa, sino que deberían pasar por un cambio de resolución que tiene la ciudadanía de León y en eso tenemos que empeñarnos de una forma más fuerte, mucho más radical. 

– El PSOE se está planteando crear la Fundación Reino de León para canalizar ese sentimiento. ¿Qué opinión le merece?
– Crear esas fundaciones territoriales lo que hace es generar un entorno de diálogo o de debate. Yo soy de los que piensa que donde menos se tiene que hablar es fuera y que es bueno sentar a todos los actores cuando existe un problema, una discrepancia, una propuesta, un planteamiento... Es mejor sentarse todos alrededor de una mesa para poder abordar las diferentes soluciones. Cuando existen problemas estos no se resuelven solos. Se resuelven con diálogo, con consenso, con perseverancia y con volverse a sentar sin enconamientos y poniendo encima de la mesa todos los argumentos. En ese sentido, yo creo que es buena cualquier tipo de entidad que ponga encima de la mesa la problemática de los territorios y va a ser apoyada por el Partido Socialista. Esa es la única forma de resolver las cosas. 

Archivado en
Lo más leído