"Somos gente de la tierra y conocemos todos los problemas que tiene el campo"

Tras tomar el relevo de Matías Llorente en la secretaría general de Ugal-UPA en León –convirtiéndose en la primera mujer en la provincia en dirigir una organización agraria–, Sonia Castro defiende las propuestas de la Alianza Ugal-UPA y Ucale-Coag de cara a las elecciones agrarias del próximo domingo 12 de febrero.

– ¿Cómo valora la gestión de las administraciones con el sector agrario desde el último proceso electoral de 2018?
– Como parte activa del mundo rural y que trabajamos en el sector agrario leonés, a la Junta de Castilla y León y al Ministerio de Agricultura en muchas ocasiones, y desde luego en los últimos años, los hemos sentido muy lejos de los problemas que sufrimos a diario los profesionales del campo. Y lo que es aún peor, sus políticas en muchos casos han abandonado a las explotaciones familiares agrarias, dejándonos bastante desamparados y olvidados. Pero es que además Ugal-UPA y Ucale-Coag, que somos dos organizaciones de un marcado carácter social, no nos cansamos en reivindicar más atención en los pueblos. Necesitamos menos promesas y más hechos.

– ¿Qué espera de la nueva PAC que ha entrado en vigor este año? ¿Ve necesario algún cambio?
– La nueva PAC va a introducir cambios importantes que afectan directamente a los agricultores y ganaderos de León. Y cada caso es muy particular. La aplicación de la PAC supone cambios en las rutinas y procedimientos que seguíamos hasta ahora y que entraña algunos riesgos y amenazas potenciales que los productores de León deben conocer y valorar. Por eso, la Alianza lleva meses trabajando para ayudar a los agricultores y ganaderos. Tenemos el mejor plantel técnico de la provincia de profesionales del sector, que están muy cualificados y que conocen al detalle todo sobre la entrada en vigor de figuras como la ayuda redistributiva, los eco-regímenes, los techos de ayuda, las ayudas para jóvenes y mujeres, etc. y se lo vamos a poner muy fácil.

– La gestión del agua sigue siendo una de las principales preocupaciones del campo para evitar problemas a la hora del riego, ¿cuál es su propuesta para mejorar algunas situaciones de déficit hídrico?
– El agua es básico sí o sí para nuestra provincia. El futuro del campo leonés depende de él, y vamos a luchar con todas nuestras fuerzas para seguir mejorando, avanzando y ampliando la superficie de modernización de regadíos y reclamando más capacidad de embalsamiento. Payuelos, Páramo, Porma, Cea, Valderaduey… son muchas las necesidades y son cada vez más escasos los recursos hídricos y León tiene que seguir defendiendo lo suyo.

– La modernización del regadío sigue avanzando en la provincia… ¿Cree que es suficiente para garantizar el relevo generacional?
– Como decimos desde la Alianza nosotros sí somos ‘Gente de la Tierra’ y estamos ‘Juntos en cada rincón de León’ para defender nuestra provincia. Y vamos a luchar por el mejor futuro de un regadío moderno, competitivo y profesionalizado en la provincia de León. Es la única baza que nos queda para que sigamos a la cabeza. La Alianza tiene muy claro que su trabajo va a ser avanzar en la mejora de la rentabilidad de las explotaciones, y un ejemplo claro, es que los costes para el riego con presión se reducen en las zonas modernizadas un 35% respecto a las zonas sin modernizar.

– León se ha convertido en la mayor productora de maíz del país, relegando otros cultivos tradicionales como la remolacha. ¿Puede afectar en el futuro esto al sector?
– Al sector remolachero leonés le ha hecho un daño tremendo lo que hizo la British, antigua Azucarera, cargándose el Acuerdo Marco Interprofesional (AMI) y abandonando a su suerte a los productores. De hecho, en 2019, la Alianza a través del gabinete jurídico de su organización regional tuvo que llevarles a los Tribunales obligando a Azucarera a cumplir con el AMI y a pagar a los remolacheros de la región el precio pactado, lo que supuso la recuperación de 4,5 millones de euros para estos profesionales. Esto es un ejemplo de que somos los propios productores los que no nos debemos amilanar ante la presión de las grandes empresas e industrias. El maíz es el buque insignia ahora mismo en León. Tenemos una capacidad inmensa, y espero que nos dejen producir en base a la altísima capacidad que tiene esta provincia. Crecemos día a día y ya son 75.000 hectáreas de superficie, ganando terreno a los cereales de invierno y la remolacha. El sector agrario leonés es modélico, y debemos seguir en la línea de la agricultura de precisión, de sistemas de teledetección, de mejora del riego modernizado, de mejora genética de semillas, de abonado y de la nueva tecnología. Esa es la clave.

– Los precios siempre son un quebradero de cabeza para agricultores y ganaderos… ¿Cómo ve la situación actual y qué medidas propone?
– Es el verdadero talón de Aquiles del sector. Debemos ser fuertes y estar unidos. Queremos una Ley de la Cadena Alimentaria que sea útil, que castigue a quienes se aprovechan del trabajo, esfuerzo y labor de los agricultores y ganaderos, y que marque unos precios que cubran no solo los costes de producción, sino unos beneficios que todo profesional debe percibir por su trabajo. El encarecimiento de los costes está siendo muy alto, y en cualquier caso, la subida de precios de las producciones no ha compensado suficientemente los costes disparados para el sector primario de León.

– Hablando de ganaderos… el lobo es un tema que no deja de estar encima de la mesa por sus ataques. ¿Por dónde pasa la solución?
– Es absolutamente injusto el contexto de criminalización que sufre la actividad ganadera. La Alianza Ugal-UPA y Ucale-Coag ha defendido de manera contundente los modelos de ganadería extensiva e intensiva (no las macrogranjas) por sus beneficios en la gestión del territorio, la prevención de incendios o el mantenimiento de la biodiversidad, entre otros. Y sobre los lobos, es un auténtico disparate lo que está pasando. Desde las administraciones se defiende más a la fauna salvaje que a las personas, y eso no puede seguir así. No decimos que no tenga que haber lobos, pero tan solo en determinados espacios, con controles poblacionales, y con indemnizaciones ajustadas a la realidad en caso de ataques.

– Las elecciones agrarias han quedado para medir la representatividad de las organizaciones porque la Cámara Agraria se ha quedado prácticamente sin competencias. ¿Ve sentido que se mantenga esta institución?
– Ugal-UPA y Ucale-Coag lo han tenido claro desde el principio, y nos mostramos firmes al respecto en su día, al contrario que otros. Decreto de disolución de las cámaras agrarias y que el patrimonio pasara a quien le correspondiese, que es claro que son los agricultores y ganaderos y no como ha ocurrido en León que ha estado usurpada y ocupada por una organización agraria que todos conocemos, a pesar de que no tenía nada que ver con la realidad de las cámaras, y que están vacías de contenido.

– ¿Por qué motivo habría que votar a su organización y no a las otras?
– La Alianza no está para blanquear las decisiones de la Junta y del Ministerio de Agricultura, ni para llevar al campo batallas partidistas que no nos corresponden. Conocemos los problemas del campo porque somos gente de la tierra. Hemos demostrado capacidad de diálogo, capacidad de negociación y, también, capacidad de presión y movilización cuando ha hecho falta, tanto en los despachos, como en la calle o en los tribunales. Hemos demostrado que la unidad de agricultores y ganaderos de Ugal y Ucale en León es buena. Y en eso no todas las organizaciones agrarias somos iguales. Aunque lo pueda parecer. Aunque se digan cosas parecidas, no somos lo mismo. La Alianza Ugal-UPA y Ucale-Coag es una organización agraria que defiende un modelo social familiar agrario.