"Somos los ganaderos, y no el lobo, los que estamos en peligro de extinción"

Asaja, Coag y UPA montan un "frente común" contra la prohibición de su caza y los perjuicios para el sector

Ical
11/02/2021
 Actualizado a 11/02/2021
Imagen de archivo de un lobo ibérico. | ICAL
Imagen de archivo de un lobo ibérico. | ICAL
Las organizaciones agrarias Asaja, Coag y UPA, advirtieron este jueves que rechazarán que la PAC compense los daños que sufren los ganaderos por los ataques del lobo, y recordaron que las ayudas europeas son un "dinero legítimo" que recibe el sector primario para compensar el bajo precio que perciben por sus productos y por la pérdida de renta. Montan así un "frente común" ante la decisión del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico de incluir al lobo en el listado de especies en régimen de especial protección, que impide la práctica cinegética, y reclamaron una reunión urgente con la ministra Teresa Ribera y el ministro Luis Planas para conseguir una normativa que permita el control de la especie y la supervivencia de las explotaciones ganaderas del medio rural.

Asimismo, exigen al ministro de Agricultura que vía presupuestos se compense a los ganaderos por las pérdidas que sufren por los ataques del lobo y que descarte retraer dinero de la PAC para este fin. De este modo, desde Asaja se recuerda que es "utópico y de cuento de Heidi" defender al lobo donde causa daños a la economía humana.

Del mismo modo, desde Asaja recuerdan que el lobo está «protegido» en las zonas donde habita y subrayan que solo en la Sierra de la Culebra de Zamora habitan más lobos que en Alemania o Francia. Desde la organización consideran que la ministra solo se deja aconsejar por el movimiento ecologista «más radical» de España y no por los conservacionistas que aportan informes con base científica.

Por su parte, desde Coag fueron más allá asegurando que lo único que amenaza al lobo es la "idiotez humana" y los "grupos ultra" que rodean a la ministra. Igualmente, recuerdan que el lobo mata cada campaña más de 15.000 reses, declaradas o no, ya que muchos ganaderos no pueden hacerse cargo de los seguros y en ocasiones, los que lo tienen, no pueden cuantificar los daños porque los restos de los animales son devorados por los buitres en minutos.

De espaldas al medio rural


Desde Coag creen que la decisión de proteger al lobo obedece al "oportunismo político y postureo de escaparate, a espaldas de la realidad el medio rural". "Esto es sectarismo ideológico, es decir, idiotez humana", apuntan desde la organización agraria.

Por su parte, UPA exigió que se implanten medidas de apoyo específicas para los daños que el lobo causa al sector ganadero. En este aspecto, abogan porque un comité científico junto con las organizaciones agrarias sean las que determinen cómo controlar el lobo cuando se produzcan ataques. "Las ayudas para compensar las pérdidas de las explotaciones por los ataques del lobo deben llegar desde las administraciones y no vía PAC", insistieron desde UPA. "Somos los ganaderos y no el lobo los que estamos en peligro de extinción".

Las tres organizaciones agrarias aclararon que pretenden resolver el conflicto mediante el diálogo y el consenso. Sin embargo, no descartaron "movilizaciones" por el ataque que supone la decisión "arbitraria".
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