Los efectos económicos por el cierre del coronavirus van tomando forma. La Encuesta de Población Activa (EPA) relativa al primer trimestre del año publicada ayer ya sitúa en 30.800 los desempleados en la provincia, tras los primeros 16 de confinamiento y de estado de alarma. Se completará la fotografía del momento con más detalle gracias a los datos mensuales del Gobierno, cuya publicación está prevista para el martes de la próxima semana. Además, la EPA del Instituto Nacional de Estadística (INE) mantiene como ocupados a los trabajadores en Erte. El INE también alerta de que los efectos del estado de alarma se empezaron a notar en la semana 11 de las 13 que abarca el estudio, por lo que se espera que los datos de Servicio Público de Empleo Estatal (Sepe) referidos a todo el mes de abril reflejen una destrucción de empleo aun mayor.
Desde la Federación Leonesa de Empresarios (Fele) señalan el «preocupante descenso del número de ocupados en este primer trimestre del año. 170.800 personas ocupadas frente a las 180.500 del trimestre anterior». Para la Fele, «los datos ofrecen una primera aproximación a los efectos causados por la crisis del coronavirus en la economía y están en parte condicionadas por las decisiones gubernamentales de paralización de la actividad como principal medida de contención sanitaria, lo que ha producido un parón casi absoluto de la actividad económica».
Considera la patronal leonesa que «son malas noticias, que no por esperadas, quitan gravedad a la difícil situación en la que se encuentra el tejido productivo y laboral de la provincia con un cierre obligado de gran parte de la actividad económica debido a la crisis sanitaria y al estado de alarma en el que nos encontramos».
Por su parte, el Círculo Empresarial Leonés (CEL) «lanza un SOS a las administraciones públicas ante la dramática situación en la que se encuentran muchas empresas y autónomos y pide un plan pactado con las partes y coordinado con las comunidades autónomas y entidades locales que contemple plazos aproximados y medidas y actuaciones necesarias para la desescalada progresiva por sectores». El Cel solicita también «medidas más ágiles y concretas de ayuda a las actividades más golpeadas por la crisis como el comercio y la hostelería, además de mayor flexibilidad en los Erte, una medida positiva, pero que necesita un cambio de filosofía en su aplicación para proteger los empleos, permitiendo que los trabajadores puedan reincorporarse progresivamente a sus puestos en función de la situación de un mercado que no volverá a ser el mismo».
Desde la parte social, los secretarios autonómidos de Acción Sindical y Negociación Colectiva de CCOO y de Política Sindical, Industrial y Empleo de UGT, Fernando Fraile y Raúl Santa Eufemia, respectivamente, destacaron que esta EPA no recoge aun el «terrible» impacto de la crisis del coronavirus en el marcado laboral y defendieron las medidas de contención de despidos aprobadas por el Gobierno.
Ambos responsables sindicales coincidieron en defender los apoyos para los expedientes de regulación temporal de empleo y el cese de actividad de los autónomos, junto a las ayudas empresariales frente a la sangría laboral de la última recesión.
En este sentido, exigieron a la patronal que no haga un uso «torticero» de las herramientas que le facilita la reforma laboral, y tire de despidos o contratación por ETT, subcontratas o empresas auxiliares, para precarizar aún más la situación.
Sube el paro en León: 30.800 personas sin trabajo
AMPLIACIÓN | La Encuesta de Población Activa publicada este martes apunta a una tasa de desempleo del 15,27 por ciento en la provincia
28/04/2020
Actualizado a
28/04/2020
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