Ubicada en el centro del Campus de Vegazana, la Biblioteca General San Isidoro de la Universidad de León (ULE) se consolida como punto de referencia y pilar fundamental en el entramado educativo de la institución, ya que engloba un papel clave en el apoyo al aprendizaje, la docencia y la investigación. Su misión principal es facilitar el acceso y la difusión de los recursos de información, así como fomentar la creación de conocimiento entre estudiantes, investigadores y personal docente.
Marta Matías, directora de la Biblioteca General San Isidoro, destaca el compromiso de este centro con toda la comunidad universitaria. «Apoyamos al personal docente proporcionándoles los recursos bibliográficos necesarios para preparar clases y realizar sus investigaciones. Les asesoramos en la difusión de resultados, en dónde y cómo publicar sus trabajos, y por supuesto, acompañamos a los estudiantes en su crecimiento académico desde su llegada hasta la culminación de su Trabajo de Fin de Grado», señala Matías.
La Unidad de Apoyo a la Investigación, a cargo de Inmaculada Blanco, juega un papel relevante a la hora de brindar apoyo a los investigadores. Blanco explica que proporcionan herramientas «para optimizar el proceso de publicación con el objetivo de que sea lo más visible y rentable posible, una labor que va unida a un asesoramiento sobre revistas más prestigiosas en su campo de investigación, facilitando acceso a bases de datos más importantes en las que dichas publicaciones son citadas y colaborando en la identificación de autorías». El objetivo es que la producción científica sea transparente y que la investigación de la Universidad de León alcance la mayor visibilidad e impacto posible. La Biblioteca Universitaria no solo se preocupa por el presente académico, sino que busca ser un motor de crecimiento a lo largo de la carrera de sus estudiantes. A través de sus puntos de servicio –las respectivas bibliotecas de facultades y escuelas–, la institución pretende hacer accesible la información a todos sus usuarios.
En este reto de hacer accesible a todos los estudiantes y profesores los recursos disponibles, además de sus espacios físicos, la Biblioteca cuenta con una plataforma web propia, con buscador para acceder al contenido del catálogo, a documentos de producción propia, recursos web, bases de datos y revistas electrónicas. Es sin duda, un ejemplo de cómo se adaptan estas instituciones a un mundo cada vez más tecnológico.
Un sustancial cambio que Leticia Barrionuevo, responsable de la Unidad de Comunicación de la Biblioteca, corrobora al señalar que «nos hemos adaptado al 100% a las necesidades tecnológicas de los estudiantes, siendo bibliotecas cada vez más híbridas, con colecciones físicas y electrónicas». La web de la Biblioteca ofrece tres herramientas clave para enseñanza e investigación: Leganto para la gestión de bibliografía recomendada, el repositorio institucional Bulería que almacena datos de investigación, tesis y publicaciones, y el Portal Científico que visibiliza los resultados de la investigación para fomentar la comunicación científica. En cuanto a las instalaciones, la Biblioteca ofrece salas de estudio y lectura con horarios ampliados durante épocas de exámenes, llegando a cerrar a la 1 de la madrugada los fines de semana, festivos y vacaciones de Navidad.
Entre su vasto contenido bibliográfico, la Biblioteca alberga un fondo antiguo excepcional con ejemplares únicos, incluyendo 337 impresos anteriores a 1800 y cerca de 4000 entre 1801 y 1900. Se destaca una copia facsímil de la primera edición del Quijote y un códice del siglo XIV del Foro de Sepúlveda, subrayando la relevancia histórica y cultural de la colección.
En definitiva, se trata de un espacio que fusiona tradición y tecnología cuyo engranaje humano trata de dar respuesta a las necesidades de investigadores, a las demandas de unos estudiantes cada vez más tecnológicos y ávidos de conocimiento y a una comunidad docente que encuentra en la Biblioteca de la Universidad de León el lugar propicio para fomentar el aprendizaje académico del alumnado y la plataforma idónea desde la que transferir el quehacer científico a la sociedad.
