Por eso una de las iniciativas expuestas durante la mañana de ayer fue la del grupo liderado por Carmen Requena, donde Francisco Salto y David Mañanes explicaron cómo se pueden utilizar las nuevas tecnologías para recordar esas palabras que no terminan de salir, de ahí que se llame ‘Fenómeno de la punta de la lengua’. "Es una aplicación para Android con la que primero se graba una palabra y luego un contexto, así que después se reclaman las palabras según una categoría", explicaba Mañanes.
Se trata por tanto de que "si una persona no se acuerda del nombre de su hijo, pueda saber quién es por dónde vive, escuchando las sugerencias de la aplicación".
Otro de los proyectos mostrados fue el de Miguel Ángel Conde, con el que se pretende "formar en el uso de dispositivos móviles a personas mayores". Para ello, se habilita una plataforma con vídeos en los que los usuarios reciben cursos para aprender nuevas cuestiones a la vez que se produce "una socialización fácil entre ellos, porque se abre el curso para muchas personas y luego incluso se pueden ellos mismos resolver las dudas con diferentes elementos de interacción", apuntaba el responsable de esta iniciativa, que explicaba que este sistema se ha creado en Android e IOS.
"Al final lo que se aportan son funcionalidades como la agenda, el navegador, la web, el correo, la cámara o las alarmas", detallaba Conde.
Cinco años de Cátedra Telefónica
El director de la Cátedra Telefónica-ULE, Vicente Matellán, recordó que este es el quinto curso en el que se celebra esta iniciativa que tiene por objetivo crear "proyectos precompetitivos para que los grupos de León puedan tener acceso a planes nacionales o europeos, y así tengan capacidad de arranque".
Según explicó, el fin no es comercializar estos proyectos, puesto que "en general las cosas que se desarrollan en la Universidad no tienen por qué tener una aplicación inmediata, lo interesante es que haya alumnos que aprendan las tecnologías y sean ellos los que salgan al mundo y apliquen esta tecnología". "Lo que hace la Universidad o la investigación es ir un paso por delante del mercado", agregaba Matellán.
De hecho, este investigador de la ULE reconocía que son ideas que "a alguien no le parece lo más útil del mundo pero que dentro de diez años se pueden aplicar porque hay madurez tecnológica o económica". "No es un objetivo que sea directamente aplicable o que sea soporte para grupos de investigación, es para darles a los estudiantes de la Universidad una primera opción para colaborar", insistía Matellán, que agradeció también la implicación de Telefónica, puesto que permite a los alumnos de la ULE darse "un primer baño" en la investigación y el desarrollo de aplicaciones con más posibilidades que las meras prácticas regladas de cada carrera.
En esta línea se mostraba también el rector de la ULE, José Ángel Hermida, para el que "las TIC tienen un futuro para León, los empresarios leoneses han apostado duro por ellas y además de esta línea de trabajo vinculada al envejecimiento, se han abierto otras como la de ciberseguridad, y prueba de ello es la reciente reunión de la Conferencia de Rectores en esta materia".
La Cátedra Telefónica es, según el director territorial de la compañía, Juan Carlos Morán, una iniciativa para "establecer una potente línea de trabajo conjunto con las universidades y con una metodología de análisis de la realidad para luego ver cómo la tecnología va a contribuir a la evolución social y a la mejora de la vida de los ciudadanos".
Durante la inauguración de la jornada también estuvo presente la directora general de Telecomunicaciones de la Junta, María Victoria Seco, que expuso la necesidad de este tipo de iniciativas como la Cátedra Telefónica para "mejorar la vida de los mayores". También recordó la importancia del Civibus que la Consejería de Fomento junto con Vodafone pone en funcionamiento en los últimos años y que ha recorrido ya cinco provincias de la comunidad, entre ellas León, para evitar que se amplíe«la brecha digital» de este colectivo.