Tejer y pegar la hebra

Este sábado es el Día Mundial de Tejer en Público y León se suma a la iniciativa con una quedada en el anfiteatro de San Marcos promovida por la ONG Noupops

T. Giganto
08/06/2019
 Actualizado a 19/09/2019
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Tejer no es cosa de mayores. Tampoco es solo una tarea de las mujeres ni una actividad propia del invierno. Ni solo jerséis de punto, ni solo tapetes de ganchillo. Tejer es una cosa de todos, de cualquier época del año, una actividad con la que se puede dar forma a cualquier objeto y que también puede hacerse en la calle. Por eso hay un Día Mundial de Tejer en Público, una iniciativa que vuelve este sábado a la capital leonesa de la mano de unas apasionadas por el hilo. Además de tejer en el anfiteatro de San Marcos, pegarán la hebra entorno a una tarea que ocupa buena parte de su tiempo libre. Una buena oportunidad para intercambiar saberes, trucos y patrones.

Con una aguja de ganchillo o dos de las de punto y un poco de lana bastará para pasar este sábado la tarde en León entre las 18:30 y las 21:00 horas, momento en el que se darán cita los aficionados a tejer en la plaza de San Marcos. Da igual la labor que tengas iniciada o el conocimiento sobre la materia, lo que hace falta son ganas e ilusión por aprender y compartir. Como las que tienen, de sobra, Ana Olivera y Esther Alconero, dos de las leonesas que están detrás de esta convocatoria en la capital leonesa. Ambas son autodidactas y no aprendieron a hacer cadenetas ni punto bajo de la mano de sus abuelas ni de sus madres, lo de ellas fue cosa de Youtube. Ana empezó con un collar de lactancia de ganchillo, y ya nunca más se soltó del hilo. Esther, en pocos años, ha sido capaz de hacer con el hilo y el ganchillo auténticas virguerías como muñecas a las que no les falta ni el más mínimo detalle. Todo un arte. «Me relaja mucho, mientras cuentas puntos dejas de pensar en otras cosas y es una tarea muy satisfactoria», cuenta Ana. Esther remata con los beneficios de tejer: «Te relajas, bajan las pulsaciones, fomenta la creatividad, ganas en paciencia...». «¡Pero tienen que animarse más los hombres!», comentan.
Este es el tercer año que se animan ellas con la celebración del Día Mundial de Tejer en Público, un evento al que cada año se han ido sumando más participantes. «Hemos tenido hasta una niña de 10 años con su abuela, que fue la que le enseñó a tejer tanto a ella como a su hermano de 6, eso es buenísimo porque potencian la psicomotricidad fina», cuenta Ana entusiasmada mientras sujeta uno de los ‘amigurumis’ que ha hecho para sus hijos, una especie de peluche que punto a punto ha ido dando forma hasta convertirlo en uno de los muñecos favoritos de su pequeña.

Tejedoras y ‘pulperas’

En la bolsa de las labores de estas dos mujeres también portan la solidaridad. Esa que practican con su afición al ganchillo y por la que se han convertido en las mujeres ‘pulperas’ de León junto a más de una decena de tejedoras con las que cuenta la ONG Noupops en la capital leonesa (además del apoyo de quienes donan material). Todas ellas se reúnen el primer sábado de cada mes para ponerse manos a la obra con el objetivo de esta organización: hacer pequeños pulpos de ganchillo que distribuyen entre las unidades de neonatos de una decena de hospitales de toda España. Los tentáculos de estos muñecos son «una terapia» para los bebés prematuros y es que les sirven para agarrarse a ellos evitando así tirar de los tubos y cables que hay en la incubadora. «También se utilizan para que el pulpo se impregne del olor de sus familiares y los pequeños puedan tenerlos cerca», cuenta Esther que ya lleva tejidos 175 pulpos desde que dio con Ana y la iniciativa de Noupops en León a través de las redes sociales. En algo más de un año estas leonesas han enviado un total de 350 pulpos a toda España. «Es una satisfacción ver a los pequeños con esos muñecos que hemos tejido nosotras y saber que les son útiles», reconoce Esther.

Ambas ‘pulperas’ hacen hincapié en el carácter solidario de los pulpos, en que «no se venden» y en que el patrón que tiene registrado la ONG cuenta con unos parámetros determinados (el algodón, el relleno o la forma de tejerlos) para que puedan pasar los estrictos controles de higienización y protocolos marcados por los hospitales. «No sirve cualquier pulpo ni se pueden comercializar ya que son de carácter estrictamente solidario», insisten. El lema de Noupops, la organización que convoca el evento de tejer en público esta tarde en León, es ‘Hilo para la vida’, ese con el que están hechos los pulpos y al que se aferran los recién nacidos que ya nacen batallando pero con algo sólido a lo que agarrarse: la voluntad de mujeres como Ana y Esther que encontraron en el algodón y un ganchillo la manera de tejer solidaridad.
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