Está ubicado a pocos metros del Palacio de Exposiciones y de la zona del soterramiento del AVE, pero su estado es manifiestamente mejorable. El edificio de las antiguas Bodegas Armando, en el número 5 del paseo de Salamanca, conserva parte de su fachada y de sus forjados, mientras que el resto ha despertado las quejas vecinales ante lo que consideran un foco de suciedad.
La Concejalía de Urbanismo emitió el pasado 24 de abril un decreto en el que impone la tercera sanción a la propiedad de este inmueble por importe de 5.481 euros al no haber acometido aún las obras reclamadas para «mantener la seguridad del edificio en virtud de un informe de los técnicos municipales fechado el pasado 24 de agosto.
Dicho documento estimaba que es necesaria una inversión de 54.814,66 euros para que el edificio se pueda mantener en condiciones adecuadas de seguridad y salubridad. El informe establecía además un plazo de un mes para que los propietarios iniciasen la ejecución de los trabajos requeridos.
Al no hacerlo, en diciembre se impuso la primera sanción por importe de un 10% del coste estimado de las obras en el informe técnico. Tras varios escritos presentados por los propietarios y desestimados por parte de los técnicos, se impuso la segunda sanción por el mismo y ahora llega la tercera en función de ese último decreto de la Concejalía de Urbanismo, dictado el 24 de abril y que de nuevo establece un plazo de un mes para el inicio de las obras y tres más para ejecutarlas. Si no se cumple, llegaría la cuarta sanción y así seguiría el proceso hasta llegar a diez. El objetivo pasaría por recaudar el importe total de las obras y permitir que el Ayuntamiento pueda ejecutarlas de forma subsidiaria, según se desprende del decreto, al que ha tenido acceso este periódico.
Es preciso recordar finalmente que el edificio se construyó en 1938 y tiene dos plantas sobre rasante y un sótano. Los vecinos de los inmuebles de la zona denuncian que los forjados están hundidos y que en el solar se acumulan actualmente escombros, coches abandonados y una importante cantidad de maleza que genera peligro de incendio en épocas de calor.
Los vecinos de la zona explican además que la pretensión de los propietarios pasa por conseguir una modificación de la planificación urbanística de la zona con el fin de poder ejecutar un mayor número de viviendas. Cabe recordar en este sentido que el sector –denominado entonces Polígono 61– se desarrolló a finales de los años 80. «Nosotros no nos metemos en eso, porque no es competencia nuestra. Sólo queremos que tiren los restos o que por lo menos limpien el solar y garanticen la seguridad del edificio», señala a este periódico una de las vecinas de la zona.
Por su parte, desde la propiedad defendieron en diciembre –al recibir esa primera sanción– que se trata de un edificio «fuera de ordenación» urbanística para el que no encuentran comprador. «No tiene viabilidad debido a que se hizo mal el reparto de los aprovechamientos urbanísticos del polígono 61, del que forma erróneamente parte», argumentaron entonces los dueños.
Tercera sanción por el mal estado del edificio de Bodegas Armando
El Ayuntamiento requiere de nuevo a la propiedad que ejecute las obras necesarias para garantizar la seguridad del inmueble
19/05/2019
Actualizado a
12/09/2019
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