Thomas Potiron: "No tengo vida sin violín... o no la recuerdo"

Es uno de los grandes de la música; violinista titular de la Sinfónica de Madrid, sustituto de Ara Malikian en la exitosa Paganini, creador de Violín on the rock... su singular personalidad hace posible que este jueves esté en El Gran Café

Fulgencio Fernández
02/07/2020
 Actualizado a 02/07/2020
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Aveces, con tipos como el violinista francés Thomas Potiron (Nantes, 1981), es posible disfrutar aun artista de su calidad en un pequeño local de León, como es El Gran Café, donde actuará a las 21 y a las 23,15 horas (dos pases para posibilitar la presencia de más espectadores cumpliendo con las normas sanitarias), presentando además su nuevo espectáculo con el violín eléctrico. «Hace año y medio actué aquí con mi banda pero ya hice algunos temas en solitario, con este violín que suma la tecnología, imaginación y el arte. Hoy la tecnología puede resultar alucinante, este instrumento conserva la expresividad del violín pero le suma todos las posibilidades de este ‘juguete’, con un pedal que graba lo que estás tocando y puedes repetirlo e ir tocando por encima y va grabando otra vez encima y otra, hasta el punto de que puede parecer una gran orquesta».

Este artista, que con cuatro años ya empezó a tocar el violín —«no tengo vida sin él, sin la música, o no la recuerdo, me han contado que existía antes de tocar pero no lo sé»— llegó a España para entrar como violinista titular en la prestigiosa Orquesta Sinfónica de Madrid, trabajando con maestros como Jesús López Cobos o Plácido Domingo; y después se ha quedado en España construyendo una carrera increíbles y en los géneros más diversos, desde su participación en el afamado espectáculo Paganini, en el que Ara Malikian le llamó para que fuera su sustituto a dedicar ocho años al flamenco o crear otro inolvidable éxito, Violin on the rock, en el que interpreta a Michael Jackson o Iron Maiden, fue telonero de Supertramp... Ha llenado teatros en Nueva York o Tokio y este jueves, en El Gran Café. «Me encanta tocar en sitios muy pequeños, la intimidad que te ofrecen. En grandes teatros no le puedes ver la cara a la gente, están lejos, no te dejan las luces, disfruto mucho en lugares como El Gran Café, de hecho el único concierto que he ofrecido durante el confinamiento, on line claro, ha sido en este local y esta noche, al margen de otras novedades como introducir elementos nuevos, como la batería en homenaje a que la toqué de pequeño, estrenaré un tema que compuse durante el confinamiento. Lo de este jueves en León es un proyecto muy personal que creo que va a gustar».

Dice Thomas Potiron que como ha recorrido tantas ciudades —los primeros años dábamos 250 conciertos— es un verdadero desastre para recordarlas, que todo se le mezcla, pero curiosamente sí tiene recuerdos nítidos de León. «De una parte, recuerdo la Catedral, cómo no, pero no me he olvidado mi primer concierto en León con la Sinfónica, que era el primero de la gira, y me llevaron al Barrio Húmedo, no me podía creer que me daban una morcilla de tapa para una bebida. Y los compañeros me dijeron, ‘pues no te puedes ir sin comprar cecina’. Y la compré, claro».

Por su forma de entender la música y ser violinistas ambos muchos le han comparado con Ara Malikian, algo que no le molesta, más bien todo lo contrario. «Somos muy buenos amigos. Hemos convivido mucho juntos, de gira, fuera de gira. Cuando nos conocimos, con una mirada vimos que nos íbamos a entender bien. Nos conocimos en la ópera y después él me propuso trabajar en Paganini y fui, después marché a otros proyectos y cuando Ara, que es un culo inquieto como yo, quería tomarse un tiempo fue a buscarme nuevamente para Paganini, pero en esta ocasión para sustituirle a él. Y estuve varios años».

Ara Malikian y yo hemos convivido mucho juntos, de gira, fuera de gira. Al conocernos, con una mirada vimos que nos íbamos a entender bien y le sustituí en Paganini Cuando Potiron dice lo de ‘culo inquieto’ recuerda cómo le cuesta poco trabajo embarcarse en nuevos proyectos. «Toqué en el famoso cabaret Rasputin, fue una aventura maravillosa en la que interpretabamúsicas balcánicas. Después me tentaron para que participara en un espectáculo flamenco, que sabían que me fascinaba y me tiré a la piscina sin pensarlo, y fueron otros años maravillosos, en el espectáculo e, incluso en el cine». Por eso al hablar de su participación con Estrella Morente en Guadalquivir, dice que todavía «se me ponen los pelos de punta».

En los años que estuvo disfrutando del flamenco también colaboró con grandes nombres del género, gente como José Mercé, Miguel Poveda, Antonio Canales o la citadaEstrella Morente. Y recuerda una anécdota de aquella etapa. «Era un cumpleaños de Madonna y se le antojó una fiesta flamenca, privada y tocamos para ella, con Farruquito. Ella llegó en helicóptero y nosotros en furgoneta, estábamos allí y vi una cara que me sonaba... era Bono, el de U2, en fin, cosas de las estrellas».

Como Ara soy un culo inquieto, trabajé en el cabaret Rasputin y cuando me propusieron hacer flamenco no lo dudé, toqué con Mercé, Poveda, Antonio Canales, Estrella Morente También transitó el mundo del rock con uno de sus espectáculos más recordados, Violin on the rock, el que fue su primer proyecto como intérprete solista y en que Potiron «disfrutaba con composiciones de bandas míticas en la historia del rock, como Iron Maiden, AC/DC, Metallica, Led Zeppelin, y de estrellas del pop, como Michael Jackson, Rihanna o Sting, en un repertorio en el que todas las canciones contabancon arreglos propios. La verdad es que disfruté mucho», reconoce el que fuera telonero de Supertramp.
En este espectáculo fue donde desarrolló todas las posibilidades de ese instrumento que es capaz de recrearel sonido de toda una banda sirviéndose únicamente de su violín eléctrico.

El mismo que la noche de este jueves sonará en dos sesiones en El Gran Café, donde las entradas se compran por mesas; una para 2 personas por 20 euros; una mesa para 4 por 40 euros y para 5 o 6 por 50 euros.

Una oportunidad que sólo se entiende porque existen tipos como este francés/español: Thomas Potiron
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