Tierra de León alcanza un 5,4% de cuota en el mercado de los rosados

La capital leonesa todavía paladea el prieto picudo que ha podido degustar este fin de semana con la Feria del Vino de la DO Tierra de León. Después de conquistar nuevos paladares es el momento de continuar trabajando duro para continuar en la senda iniciada y en la que poco a poco este Consejo Regulador del sur de León continúa escalando posiciones. Concretamente lo ha hecho en el mercado nacional de los vinos rosados, donde ha alcanzado una cuota del 5,4% en el 2017.

«Esto supone un salto cuantitativo muy importante respecto a 2016, que cerró con un 5,1% del total, y confirma una tendencia de crecimiento sostenido desde que en 2015 se posicionó en el 4,9», explicaban este martes desde la DO Tierra de León, orgullosa de haber podido alcanzar el cuarto puesto de las denominaciones de origen de todo el país en la elaboración de rosados.

Esta es una de las conclusiones extraídas del Informe Nielsen, consultora que analiza el mercado vinícola de Castilla y León y que certifica que 2017 fue un buen año para las ventas de las bodegas de la zona de producción del sur de la provincia, ya que la DO Tierra de León también crece en el mercado de los vinos blancos y, gracias a la pujanza de la variedad Albarín, sitúa su cuota en el 0,4% frente al 0,3% con el que cerró los años 2015 y 2016. Mantiene sin embargo la de los vinos tintos en el 0,2%. En el marco general de la evolución del mercado y considerados todos los tipos de vino, Tierra de León recupera el 0,6% de cuota entre las ventas de las principales denominaciones de origen del país, sobreponiéndose de esa manera de la ligera caída registrada en 2016 (0,5%).

La DO Tierra de León, que en la cata de calificación de la añada 2017, celebrada en la Casa de las Carnicerías el pasado 25 de mayo, alcanzó la de «muy buena», cerró el año pasado con la certificación de 2.465.284 botellas frente a 2.145.636 de 2016, lo que supuso un incremento del 14,90% sobre el anterior. El consejo regulador de los vinos del sur de la provincia, que tiene sus referencias enológicas en las variedades autóctonas Albarín y Prieto Picudo, singulares y exclusivas, alcanzó además el récord histórico de certificaciones coincidiendo precisamente con la celebración del décimo aniversario desde la consecución del sello que acredita la más alta calidad de sus vinos.