La cantidad de lo vendimiado puede variar, explica Alejandro González. «Todo dependerá de la cantidad de Prieto Picudo que haya porque el reglamento permite complementarlo con otras variedades como el Tempranillo, y de esta no hay problema porque resiste mejor y estamos viendo que sus producciones son muy grandes. Pero para eso las bodegas tienen que romper un poco la línea de elaboración y si una solo hace un monovarietal de Prieto Picudo para su rosado o su tinto, quizá tenga que utilizar un poco de Tempranillo si quiere aumentar el volumen pero ya estaríamos hablando de otra elaboración distinta. Y esas decisiones aún no se han tomado», explica.
En cuanto a la calidad de la uva todo apunta a la «excelencia» y es que no han tenido problemas sanitarios y por el momento han salvado el miedo inicial que había al encontrarse en una misma parcela con diferentes puntos de maduración de la fruta, una circunstancia que «parece derivada del daño que sufrieron los viñedos el pasado año». Se supliría así escasez de la producción de este año con una calidad «excelente» de lo cosechado gracias al binomio de la ausencia de enfermedades y del equilibrio de maduración de la uva, algo que está siendo posible gracias a las buenas temperaturas de estos días. «No hay mal que por bien no venga en Tierra de León», comenta el director técnico del Consejo Regulador que asegura que ya llevan más de un millón de kilos de uva calificada y cuya previsión de final de campaña es para el 20 o el 25 de este mes.