La celebración regresó este lunes con una relativa normalidad a los cementerios de la provincia. Todavía se vieron mascarillas, distancias sociales y precauciones ante un virus que está debilitado, pero no ha desaparecido. Pese a ello, los camposantos volvieron a lucir el colorido propio de esta fecha, con las sepultaras remozadas y bien decoradas con flores frescas.
El cementerio municipal de León mantuvo cerrada la capilla, sin las tradicionales misas, pero durante toda la jornada se acercaron miles de leoneses para rendir homenaje a sus deudos. Un recuerdo que este año se hace todavía más especial, porque entre muchos de los recordados se encontraban las víctimas de la pandemia. En la mayor parte de estos casos la despedida no pudo ser la deseada y muchas familias encontraron en la jornada de este lunes una ocasión ideal para rendir ese homenaje que la situación sanitaria les hurtó en un momento de tanto dolor. Un consuelo que ayuda ligeramente a cerrar heridas, aunque, como cada año, no faltaron lágrimas que caen sobre los mármoles o la tierra entre palabras cortadas, tristes, pero cargadas de cariño.
Los cientos de cementerios de la provincia recibieron este lunes miles de visitantes, siguiendo una tradición que lleva a muchas personas a recorrer varios pueblos para honrar la memoria de los que ya no están. Una ruta contra el olvido que también suele propiciar encuentroscontra la soledad que aquejan miles de leoneses en el medio rural. Así, se da la paradoja de que el tributo a los muertes devuelve algo de vida a los tan vacíos pueblos.
Por otra parte, bien entrado ya el otoño, las nubes tampoco quisieron poner obstáculos a esos recordatorios, a esas reuniones, y no aguaron una jornada, en la que sí se sintió ya el cambio de hora, con una tarde que cedía rápidamente sus sitio a la noche. Con la caída del sol, y de la temperatura, el cementerio de León cerró sus puertas a las 18:30 horas, tras nueve horas y media de mucho trasiego por sus cuarteles y sus caminos.
Pero no todo es nostalgia en este día. La festividad de Todos los santos conlleva otros rituales en torno a la mesa, en comidas y cafés endulzados por los tradicionales buñuelos o huesos de santos. Los teleclubs y los bares albergan conversaciones que van prácticamente de año a año, y no hay que olvidar que en el 2020 el silencio fue la norma.
Todos los Santos, una segunda oportunidad para el adiós
Nueve horas y media para hablarle a la eternidad en un festividad que compensó a algunas familias la despedida que hurtó el coronavirus
01/11/2021
Actualizado a
01/11/2021
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