«Un buen día, a mediados del mes de abril», los vecinos de Castrocalbón se encontraron «de morros» con una obra en el municipio. «Aparecieron un montón de máquinas y obreros para hacer la excavación de un pozo del que nadie sabía nada». Indagaron un poco y descubrieron que lo que se pretendía era implantar una embotelladora que consideraban –tras haberlo consultado con expertos– que traería con ella más perjuicios que beneficios para la zona y sus vecinos. Solo dos días después decidieron organizar una manifestación con un objetivo: que no se lleven el agua del valle del Eria «para hacer negocio». Este mismo fin es el que les ha vuelto a mover ahora, este sábado, cuando participaron en una tractorada que recorrió los pueblos del Ayuntamiento, desde Felechares de la Valdería hasta Castrocabón, y que concluyó con una marcha a pie hasta la finca en la que se inició este hoyo, en el que ahora mismo no siguen las obras. «No vamos a parar hasta que no quiera venir nadie a picar. La de este sábado es una demostración de fuerza, de que no nos van a frenar. Sabemos que el proyecto es goloso, pero también sabemos que somos muchos los que no lo queremos, porque casi todo el valle está en contra». Quien pronuncia estas palabras es Mónica Almanza, coordinadora de la plataforma ciudadana ‘Amigos del Agua del Valle del Eria’ y futura presidenta de la asociación en la que se constituirá este colectivo próximamente.
Esta plataforma es la que ha convocado esta nueva manifestación, que confían que sirva para seguir sumando apoyos y que el proyecto se quede en eso, en nada más que ideas sobre el papel. En la primera marcha se juntaron unas 300 personas que fueron convocadas un poco a través del ‘boca a boca’. Uno avisó a sus contactos, otro hizo lo mismo y, al final, lograron juntar un grupo que quiso decir unido que «basta», que el valle se queda con su agua. «El año pasado ya hubo restricciones, ¿cómo vamos a reglar el agua? Pretenden decirnos que no habrá problema, pero este es un bien finito, que se acabaría más pronto que tarde», asegura Mónica Almanza. Considera que gracias a esa presión social los poceros se marcharon, pero temen que vuelvan y, por eso, no han dudado en alzar la voz de nuevo y lo seguirán haciendo.
Ya llevaron a cabo una recogida de firmas inicial en el propio valle, en Castrocalbón, Calzada de la Valdería, Felechares y San Félix de la Valdería en Viernes Santo y fueron más de 600 los apoyos que obtuvieron. También iniciaron una petición en la plataforma Change.org en la que van por las 800 y también han empezado los trámites para que el colectivo que nació un poco de forma improvisada se convierta ahora en una asociación. ¿Quiénes forman parte de esta plataforma dispuesta a dar batalla para que ninguna empresa o iniciativa privada se lleve el agua del valle? Pues según Mónica Almanza hay un poco de todo: funcionarios, ganaderos, adolescentes, jubilados o trabajadores por cuenta ajena que tienen un objetivo común, el de no querer cruzarse de brazos ante iniciativas que consideran que no benefician ni a la zona ni a sus gentes.
Tractorada para que no se lleven el agua del valle del Eria "para hacer negocio"
Impulsada por ‘Amigos del Agua’, este sábado tuvo lugar una protesta desde Felechares a Castrocalbón, donde en abril se empezó a hacer un pozo para una embotelladora
25/06/2023
Actualizado a
25/06/2023
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