Tres hombres menos en las cunetas

Los miembros de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica finalizaron este jueves su trabajo en Canseco con la recuperación de los tres cuerpos buscados

Fulgencio Fernández
22/06/2018
 Actualizado a 19/09/2019
La ARMH concluyó este jueves la exhumación de los tres cuerpos que buscaban en Canseco. | MAURICIO PEÑA
La ARMH concluyó este jueves la exhumación de los tres cuerpos que buscaban en Canseco. | MAURICIO PEÑA
Eran las siete y media de la tarde de este jueves cuando la decena de miembros de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) se hacían la foto de familia en la esquina del cementerio de Canseco donde han estado excavando a lo largo de toda la semana. Después colocaban un ramo de flores sobre el lugar, tal vez recordando que estuvieron unos años esperando para trabajar en este lugar pues allí aparecían todos los años unas flores que nadie sabía quién colocaba y no querían importunar a una familia con la que no habían podido contactar. Cuando lo hicieron empezaron los trabajos.

Allí quedaron las flores. Se recuperó el lugar donde han excavado pero han rescatado de sus entrañas de tierra los tres esqueletos que venían buscando a instancias del hijo de uno de los milicianos allí enterrado, Tomás Fernández, asturiano, que tenía 37 años en octubre de 1937 cuando fue fusilado y que dejaba un hijo de tan solo unos meses, que ha sido quien se ha puesto en contacto con la ARMH para tratar de recuperar el cuerpo de ese padre del que pocas cosas sabía “pues a mi madre le costaba mucho trabajo hablar de aquello”.

Fue él, también llamado Tomás y vecino de El Entrego, quien rastreó las huellas de su padre, escudriñó en sus últimos días y logró ‘documentar’ que se encontraba en Canseco. Entonces se puso en contacto con la ARMH, a la que mostraba su profundo agradecimiento en medio de la emoción de saber que habían aparecido los restos de su padre, tanta que no quiso verlos. “Yo sólo quiero saber que apareció, que lo sacamos de ahí y que puede descansar donde decidamos”.

Para los otros dos esqueletos barajan en la ARMH tres identidades: las de dos leoneses, Antonio Flórez, de Peredilla (de 32 años) y Pedro Gutiérrez, de Llombera, de 22 años, y otro asturiano, Bienvenido Camporro Rodríguez, de Riaño (Asturias) y 28 años en aquel octubre de 1937 cuando fueron fusilados.

Otros familiares pasaron por Canseco para ver los trabajos de exhumación, como Luis, nieto de Antonio Flórez, el de Peredilla, que fue quien aclaró que no era su familia la que había llevado flores durante años a este cementerio; fue la familia de el más joven de todos ellos, Pedro Gutiérrez, de Llombera de Gordón, cuya familia no se pudo acercar hasta Canseco por problemas de salud en alguno de sus miembrospero sí hablaron con Marco González, de la ARMH y que fue quien coordinó estos trabajos.

El ADN dilucidará ahora cuál de los cuatro es el que no está en la fosa excavada y, creen en la ARMH, estará en otra cercana.
Lo más leído