Triste epílogo al mandato en la Diputación de León

Última sesión plenaria del mandato en la Diputación de León marcada por la emoción del recuerdo de Matías Llorente en un claro ambiente de despedida por los cambios que puedan deparar los resultados de las elecciones municipales del pasado 28 de mayo.

En el orden del día figuraban cambios en obras y subvenciones concedidas por la institución provincial a municipios y juntas vecinales. Además, se aprobaba la tercera fase del Plan de Cooperación Municipal de este año con inversiones por importe de 540.449, 14 euros en Bustillo del Páramo, Prado de la Guzpeña, Riaño, Santa Colomba de Curueño, Valdesamario y Vega de Infanzones.

Pero la sesión ha estado marcada por un turno de ruegos y preguntas que se ha convertido en el epílogo de los últimos cuatro años en la Diputación, marcados por las consecuencias de la pandemia y de la crisis inflacionista y también por la reciente pérdida del que fuera vicepresidente de la institución provincial.

El portavoz del PP en la institución provincial, Francisco Castañón, ha reconocido los años en los que Llorente ha trabajado “de forma honesta, con dedicación y siempre con la voluntad de mejorar la calidad de vida en los pueblos”. “Tenía claro que no había nada más importante que trabajar por lo que casi nadie trabaja porque vende poco. Vende más lo urbano, pero Matías estaba pegado a la tierra y siempre se ha comportado de forma honesta tanto en el gobierno como en la oposición”, ha defendido Castañón.

El portavoz de los populares en la Diputación se ha referido también a un mandato “marcado por una pandemia que ha hecho más difícil llegar a los pueblos pese al importante esfuerzo de esta casa”. “Hemos intentado hacer propuestas y avisar de dónde podían estar los problemas a la hora de diseñar los nuevos planes o afrontar la crisis sanitaria en nuestros centros asistenciales y creo que todos hemos estado a la altura. Quizá deberíamos haber estado más cerca de los sectores productivos del medio rural después de lo peor de la pandemia, pero hay que reconocer el trabajo de todos”, ha argumentado Castañón antes de referirse también al encarecimiento y los problemas que han surgido en algunos proyectos como consecuencia de la guerra de Ucrania.

Además, el portavoz del PP en la Diputación ha defendido que su intención ha sido siempre “aportar la experiencia de su grupo” para mejorar la calidad de vida en los pueblos y ha lamentado que el equipo de gobierno quizá tendría que haber sido “más receptivo” a la hora de poner en marcha algunas de sus propuestas, aunque ha agradecido la “empatía personal e incluso política” del presidente, Eduardo Morán, que “siempre ha tenido el teléfono abierto”.

Finalmente, Castañón ha tenido palabras de agradecimiento para los trabajadores de la Diputación, para el resto de los grupos políticos y también para sus compañeros del PP, especialmente para Ángel Calvo, Miguel Ángel del Egido y Lupicinio Rodrigo, que han decidido poner fin a su carrera política, algo que ya había hecho al poco de comenzar el mandato Juan Martínez Majo. “Los demás no sabemos dónde estaremos en el nuevo mandato”, ha reconocido finalmente Castañón.

Mientras, la portavoz de Ciudadanos en la Diputación, Gemma Villarroel, ha querido despedirse agradeciendo el trato recibido por el equipo de gobierno y por el grupo del PP, además de recordar también a Matías Llorente. “Yo era la que menos le conocía, pero nos teníamos gran cariño por el vacile que nos traíamos porque yo traía aire fresco y él llevaba tantos años aquí. Creo que le convertí en un liberal más”, ha explicado una emocionada Villarroel.

La portavoz de la formación naranja se ha referido a cuatro años “apasionantes” en los que ha trabajado y lo ha dado “todo” por los pueblos de la provincia. “He visitado muchos municipios y espero que algunas de nuestras propuestas queden para el futuro, aunque ya no vayamos a tener representación en este salón de plenos”, ha indicado Villarroel antes de agradecer el afecto de sus compañeros de corporación ante las “tristezas y alegrías” que ha vivido estos años en el plano personal. “Os deseo suerte y acierto a los que sigáis. Yo seré una vecina más y podréis contar conmigo siempre”, ha sentenciado Villarroel.

Finalmente, el presidente de la Diputación, Eduardo Morán, ha agradecido el tono en el que ha transcurrido un mandato “difícil” en todas las administraciones como consecuencia de la pandemia. “Improvisamos para buscar soluciones y los 25 hemos aportado lo mejor que teníamos para afrontar la situación con los trabajadores de la casa”, ha señalado Morán en una intervención con claro tono de despedida.

“Me voy con el aprendizaje que siempre supone la Diputación. Siempre he dicho que es una escuela. Lo fue cuando estuve ocho años en la oposición y por eso ahora sabía que también iba a aprender”, ha agregado antes de reconocer el trabajo de compañeros de corporación de los diferentes grupos que se han convertido en “instituciones” dentro de la casa. También quiso referirse a su antecesor, Juan Martínez Majo, con quien guarda una “excelente relación personal”. “Más allá de las ideas, lo importante es que haya lealtad y respeto, porque eso es lo más enriquecedor que tiene la política local. Me voy satisfecho, porque con algunos he reforzado la relación que ya tenía y a otros os he conocido más, pero también hemos perdido a un compañero insustituible que ha apoyado lo mejor para los pueblos con independencia de la bancada en la que estuviera. Asumo en primera persona los errores, pero creo que el balance es positivo siempre que se avance en la mejora de la calidad de vida de los pueblos, que son muy agradecidos. Y a quien le corresponda estar aquí en el nuevo mandato, le pido que haga todo lo posible para seguir avanzando. Mi teléfono seguirá abierto para todos si queréis tomar un café o visitar mi pueblo, donde seréis bien recibidos siempre”, ha concluido Morán.