El sector turístico de la provincia de León ha sabido darle la vuelta a la tortilla. Si hace tres años hablábamos en estas páginas de la pandemia de coronavirus y de las consecuencias negativas que habían tenido las medidas para ponerle freno en buena parte de la economía española (con los alojamientos y la hostelería como principales damnificados), ahora podemos hablar claramente de un verano de récord.
Aunque es cierto que tras el confinamiento se observó cierta tendencia al alza en los alojamientos rurales, por aquello de buscar espacios más abiertos y huir de las aglomeraciones de gente como medida de precaución de posibles contagios, los datos fueron calificados de "catastróficos" en el caso de los hoteles de la provincia de León.
Basta recordar que durante los meses de junio, julio y agosto de 2020, estos establecimientos recibieron a un total de 94.410 viajeros, lo que supuso un descenso de 177.661 y de un 65,2% en comparación con los 272.071 registrados durante el mismo periodo de 2019. En definitiva, los hoteles leoneses perdieron durante el verano del primer año de la pandemia dos de cada tres clientes.
Una recuperación fulgurante
Sin embargo, la recuperación del sector hotelero tras al crisis sanitaria bien puede calificarse de fulgurante fue fulgurante. En este sentido, ya el pasado verano se registraron datos superiores a los previos a la pandemia (en 2021 aún había algunas restricciones a la movilidad) y ahora mismo podemos hablar del mejor de la serie histórica que facilita el Instituto Nacional de Estadística (INE) y que comienza hace un cuarto de siglo, concretamente en 1999.
Los viajeros
El balance de junio, julio y agosto deja un total de 295.659 viajeros en los alojamientos hoteleros de la provincia de León. Esta cifra supone un incremento ligeramente superior a dos puntos porcentuales con respecto a los 289.841 turistas que se habían contabilizado en el mismo periodo del pasado año.
Las pernoctaciones
El balance del verano que acaba de terminar ha sido, como decíamos, el mejor desde que hay registros en cuanto al número de viajeros y se observa además una tendencia similar en el caso de las pernoctaciones. En este sentido, los datos que ofrece el INE las sitúan en un total de 463.141 durante los meses de junio, julio y agosto, lo que deja una subida de casi dos puntos porcentuales en comparación con las 454.207 registradas en el mismo periodo del pasado año.
1,56 días de estancia media
Mientras, los datos reflejan una estancia media de 1,56 días entre los turistas que pernoctaron durante el pasado verano en los alojamientos hoteleros de la provincia. El dato se mantiene con respecto al de 2022, pero se reduce en comparación con los años de la pandemia. Es quizá la única cara negativa que muestran las estadísticas, que vienen más turistas pero se quedan menos tiempo. Durante el verano de 2020 se había registrado una estancia media de 1,77 días y al año siguiente fue de 1,64 días. La crisis sanitaria hizo que los turistas se movieran menos y permanecieran más noches en el destino elegido.
Los datos de la capital
Si nos ceñimos únicamente a los datos de la ciudad de León, el verano deja un total de 135.907 viajeros, lo que supone un incremento del 6,2% en comparación con los 127.881 del verano del pasado año. El dato es también claramente superior al de 2019, cuando llegaron a la capital 124.392 turistas, siempre según los datos del INE.
Establecimientos y plazas
En la provincia había el mes pasado 270 alojamientos hoteleros con 5.699 habitaciones y 10.498 plazas que alcanzaron un grado de ocupación ligeramente superior al 57,7. Finalmente, el personal empleado en agosto en los alojamientos hoteleros de la provincia –en esta categoría hay hoteles, apartahoteles, moteles, hostales, pensiones, fondas y casas de huéspedes– se situaba en un total de 1.015 personas.
Es preciso recordar en todo caso que el balance del verano se completará el próximo 2 de octubre con los datos de los alojamientos extrahoteleros, es decir, del turismo rural, las viviendas turísticas, los albergues y los cámpines.