Castilla y León se situó como la comunidad preferida para el turismo rural en el mes de julio, al contabilizar más de 84.000 viajeros, pese a registrar una caída del 3,86 por ciento en el último año. En León, sin embargo, la cifra de visitantes no fue positiva, ya que la provincia perdió un 5,37 por ciento de turistas en comparación con el año anterior (recibió a 13.199), aunque sí que logró elevar el número de pernoctaciones de estas personas que eligieron la provincia como destino. El aumento en León fue de un 8,05 por ciento, con 39.160.
Los viajeros que recibió Castilla y León hicieron que el turista rural que apostó por la comunidad superara al que se decantó por las Islas Baleares, en el segundo lugar con 62.517, desbancando a Cataluña, según el informe publicado ayer por el Instituto Nacional de Estadística y recogido por Ical. Todo ello, pese a haber anotado un descenso del 3,86 por ciento en la tasa interanual. En el conjunto de España, el volumen de viajeros alcanzó los 562.186, lo que supone un descenso del 1,2 por ciento, y de los visitantes que llegaron a Castilla y León, 74.573 eran residentes en España y el resto (9.884), arribaron procedentes del extranjero. En cuanto a las pernoctaciones, también contabilizaron retrocesos de un 3,62 por ciento hasta las 231.211, y el 89,4 por ciento de las pernoctaciones contabilizadas en la comunidad fueron protagonizadas por turistas españoles, y el 10,6 por ciento restante, por extranjeros.
En Castilla y León la estancia media en alojamientos de turismo rural fue de 2,64 días, por debajo de los 3,11 registrados en el conjunto de España, y a lo largo del mes de julio permanecieron abiertos 3.520 establecimientos que ofertaban un total de 32.648 plazas, y empleaban a 5.203 personas. La ocupación media por plaza fue del 21,96 por ciento, porcentaje que los fines de semana se incremento al 37,20 por ciento, mientras que la media nacional se situó en 31,31 y 43,02 por ciento respectivamente. La encuesta de ocupación en alojamientos turísticos extrahoteleros también refleja los datos de pernoctaciones en apartamentos turísticos, campings y albergues, donde Castilla y León registró cifras más modestas que en alojamientos de turismo rural con respecto a la media nacional. Así, la comunidad autónoma cerró julio con un total de 40.228 viajeros y 95.574 pernoctaciones en apartamentos turísticos; 20.261 viajeros y 85.017 pernoctaciones en albergues; y 68.651 viajeros y 191.159 pernoctaciones en campings.