El turismo sigue marcando cifras de récord en la provincia de León después de haber dejado atrás definitivamente la debacle que supuso la pandemia de coronavirus. Hace poco más de una semana se conocían los datos de los alojamientos hoteleros de la provincia de León, que cerraron el pasado año con el mejor dato de viajeros de toda la serie histórica –que arranca en 1999– y con el mayor número de pernoctaciones desde 2007.
Y este jueves fue el turno del turismo rural, cuyo balance también deja noticias francamente positivas. El análisis de los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) permite comprobar que los alojamientos de nuestros pueblos contabilizaron durante el pasado año un total de 270.961 pernoctaciones, lo que supone un aumento del 10,3% en comparación con las 245.742 que se habían contabilizado en 2022. Es además el dato de pernoctaciones más elevado de toda la serie histórica que ofrece el INE y que comienza en el año 2005.
Y ello es así a pesar del descenso que la encuesta de ocupación en alojamientos turísticos extrahoteleros refleja en el número de viajeros que pasaron por las casas rurales leonesas. Fueron concretamente 104.120, lo que representa una caída de un 1,3% con respecto a los 105.446 visitantes que se habían contabilizado en 2022.
Con estos datos sobre la mesa, cabe destacar que el hecho de que aumenten las pernoctaciones hasta alcanzar su récord histórico pese a que desciendan los viajeros que pasaron por los alojamientos rurales de la provincia de León conlleva necesariamente un claro repunte de la estancia media, que se situó el pasado año en 2,6 días frente a los 2,3 días de 2022.
De esta manera, los visitantes que se decantaron por nuestros pueblos pasaron más tiempo en sus alojamientos, algo similar a lo que había ocurrido durante la pandemia. En este sentido, cabe recordar que la crisis sanitaria hizo que los turistas se movieran menos y permanecieran más noches en el destino elegido pero también que apostaran por lugares más abiertos y con menos aglomeraciones de gente como medida de precaución de posibles contagios.
Ya sin esos condicionantes, la estancia media vuelve repuntar y alcanza el segundo dato más elevado de la serie histórica, que se ve superado precisamente por el del año 2020, aunque sólo por ocho centésimas.
Los 2,6 días de estancia media que se registraron como media en los alojamientos rurales de la provincia de León contrastan con el dato que se había registrado justamente antes de la pandemia (2019), que se quedó en 1,8 días y que es hasta el momento el más bajo de la serie histórica.
En la provincia de León había el pasado mes de diciembre 445 alojamientos de turismo rural con 3.785 plazas que alcanzaron un grado de ocupación ligeramente superior al 18,59% (este dato se refiere únicamente al mes pasado). Finalmente, el personal que estaba empleado al cierre del pasado año en los alojamientos rurales se situaba en un total de 800 (frente a los 643 de diciembre de 2022).
Mientras, Castilla y León se mantuvo el pasado año como la comunidad autónoma líder en turismo rural con casi 1,9 millones de pernoctaciones, un 4,2% más que en 2022, según la encuesta publicada este jueves por el INE.
En total, los alojamientos de este tipo que hay en las nueve provincias de la comunidad acumularon un total de 1.896.761 pernoctaciones, lo que también supone superar los niveles previos a la pandemia, dado que en el año 2019 se habían contabilizado 1.825.064. Además, la comunidad alcanzó los 794.565 viajeros después de registrar un incremento del 3,1%.
La estancia media fue el único dato negativo para el posicionamiento de Castilla y León en turismo rural, ya que los 2,27 días se sitúan por debajo de los 2,61 del conjunto de España. En la comparativa con 2022, la estancia media subió en 0,41 días, mientras que la nacional descendió ligeramente.