UCCL acusa a Azucarera de perjudicar a los remolacheros leoneses

La Unión de Campesinos de León afirmó este miércoles que “pone voz a los remolacheros de la provincia que ven indignados cómo un año más su cultivo espera en la tierra mientras que en otras fábricas cierran campaña”. Un año más, señalan en un comunicado, la planta de Azucarera de La Bañeza abrirá sus puertas con meses de retraso “causando innumerables perjuicios a los agricultores y al cultivo en la zona”.

Dicha práctica, añaden, tiene visos de convertirse en “habitual y obligatoria”. La Azucarera prometió este año llevar 80.000 toneladas de remolacha de León a su fábrica en Toro (Zamora). Lo dijo, a su juicio, para asegurarse la producción y ha vuelto a incumplir su palabra justificándose “de forma poco creíble y excéntrica”.

Por ello, según la Unión de Campesinos de León, ofrecen determinados complementos por tonelada con los que se ahorran la mitad de lo que les hubiera costado el transporte a Toro de las toneladas prometidas. La propuesta para la próxima campaña obliga al agricultor a elegir entre el complemento al precio si la tonelada europea de azúcar alcanza o rebasa los 500 euros por tonelada o cubrir los gastos del arranque. En caso de arrancarla por medios propios prometen 310 euros por hectárea más IVA (Impuesto de Valor Añadido).

“Venden la posibilidad de elegir entre complemento y arranque como un cuadro de oportunidad al agricultor cuando lo que esconde es el interés de la azucarera por pagar un complemento fijo ya que el precio del azúcar ha ascendido en los últimos tres meses en torno a un 20 por ciento y es probable que el complemento al precio sea mayor que el valor que ofrecen por arranque” detallan.

Además, para el año que viene obligan por contrato a sacar la remolacha cuando la Azucarera estime conveniente y pretenden compensarlo con la promesa de dos euros por tonelada. Por otra parte, van a otorgarles un 4,5 por ciento de descuento menos en concepto de corona; complementos que la organización agraria ve insuficientes y consideran que debe quedar claro que la Azucarera paga la remolacha por debajo del coste de producción.

Argumentan que las decisiones de Azucarera no siguen criterios agronómicos, dado que la decisión de abrir la fábrica de la Bañeza más tarde es sólo para tener una ventana de gestión ante la posibilidad de que alguna de las demás plantas tuviera que interrumpir la campaña. “Para más inri, alteran deliberadamente los planes de cultivo de los agricultores ya que, si la remolacha ocupa el terreno cinco meses más de lo esperado, no se pueden incluir cultivos de invierno en la rotación y en muchas ocasiones no se pueden preparar los terrenos en marzo para el siguiente cultivo de abril”.