Azul y amarillo en una bandera de grandes dimensiones, velas del mismo color, silencio y ataúdes negros. Así representó este sábado el pueblo ucraniano en León su dolor ante la guerra que llevan sufriendo ya dos años. «Cada vez estamos peor y Ucrania tiene menos aguante, pero no nos queda otra que tener fuerzas, porque no nos podemos rendir», aseguró ayer la presidenta de la Asociación Amigos Leoneses Ucranianos Damnificados (Aalud), Oresta Modla, al tiempo que pidió «ayuda y apoyo, sobre todo militar, porque mueren muchos militares y estamos cada vez más escasos de gente».
Así lo señaló Modla minutos antes de iniciarse la manifestación convocada por Aalud dos años después del inicio de la invasión rusa a Ucrania, en la que unas 150 personas –según la estimación realizada por la Policía Local– salieron a la calle en León para «agradecer todo el apoyo y ayuda» recibidos en todo este tiempo y dejar claro que «aún así no es suficiente».
La asociación convocante quiso recorrer a pie el centro de la capital leonesa para recordar la manifestación celebrada hace exactamente dos años, cuando salieron a la calle «con la desesperación tremenda de no saber qué iba a pasar» y si Ucrania «se iba a quedar sola ante la invasión». También lo hicieron el año pasado, cuando Oresta Modla se mostró convencida de que se vería «la luz al final del túnel» y confió en que «algún día llegaría la paz» y Ucrania «formará parte de la Unión Europea y de un mundo civilizado».
«Han pasado dos años desde el comienzo de la invasión criminal a gran escala de la federación rusa en Ucrania, que fue la culminación de una guerra que Moscú inició hace diez años con la ocupación y anexión de Crimea en 2014 así como parte de Donetsk y Lugansk», señaló la presidenta de la asociación Aalud, al tiempo que quiso dejar claro que, en todo este tiempo, «el pueblo leonés ha estado al lado de los ucranianos, ayudando, apoyando, mostrando su gran empatía al sufrimiento humano y su ayuda en material humanitario y haciendo acogida de los refugiados».
La manifestación partió de la Glorieta de Guzmán el Bueno y recorrió la principal arteria de la ciudad, la avenida Ordoño II, para llegar a la plaza de Botines, a los pies del edificio Casa Botines Gaudí, donde se procedió a la entonación del himno de Ucrania, a la lectura del manifiesto y a la representación de una pequeña escena por parte de los niños y niñas refugiados en León con sus familias.
A la concentración de apoyo al pueblo ucraniano asistió el alcalde, José Antonio Diez, así como diferentes concejales del Ayuntamiento de León, entre ellos el ‘popular’ David Fernández, y miembros de la diócesis de León o de entidades sociales como Cáritas.
El acto contó con la interpretación de varias marchas de Semana Santa, a cargo de la Agrupación Musical del Santo Sepulcro–Esperanza de la Vida.