La Universidad de León (ULE) no es, ni mucho menos, la única que tiene previsto implantar el Grado en Medicina en los próximos años. A la hora de atraer las matrículas de los estudiantes, desde el Campus de Vegazana, por tanto, tendrán que competir con un superávit de facultades, muchas de las cuales también serán de nueva creación.
En un plazo de diez años habrá, por lo menos, 14 facultades más en España ofertando la carrera de Medicina. Entre ellas estará la de León, donde está previsto que se formen entre 70 y 100 futuros médicos por curso.
Los leoneses que quieran estudiar Medicina ya no tendrán, necesariamente, que salir de su provincia para cursar el grado. Sin embargo, está por ver hasta qué punto estos alumnos pueden cubrir las previsiones de matrículas y cómo se podrá atraer a más universitarios que garanticen la viabilidad de la titulación.
En primer término, la ULE convivirá en un marco autonómico en el que todas las universidades públicas ofertarán el Grado en Medicina. Está previsto que Burgos y León, en una decisión salomónica de la Junta ante las peticiones de ambas instituciones académicas, comiencen a impartir los estudios en el curso 2026/2027, sumándose así a Valladolid y Salamanca.
En este sentido, puede darse una carrera por atraer a los estudiantes del resto de provincias de Castilla y León. Por ejemplo, los alumnos palentinos que quieran ser médicos tendrán tres opciones disponibles a menos de una hora y media de viaje en coche.
Además de las universidades de León y Burgos, también está previsto que el grado se implante en otros lugares del norte del país, como La Rioja. En total, son cinco universidades públicas y nueve privadas las que tienen programado comenzar a impartir Medicina en el horizonte.
Del mismo modo, hay otras públicas en las que el título es de reciente creación y que todavía no han alcanzado su primera promoción de médicos: Alicante, Navarra, Almería, Jaén y Huelva. En el ámbito público, se oferta la carrera de Medicina en 37 universidades de un total de medio centenar.
Según el Ministerio de Sanidad, en un documento del pasado año, faltan casi 5.900 médicos, sobre todo en la especialidad de Familia. Esta hoja de ruta apunta a que el equilibrio se alcanzaría en 2032 y que, dentro de una década, podría haberse revertido la situación con un superávit de cerca de 6.000 doctores.
¿Aumento del paro?
Algunas voces autorizadas advierten, precisamente, que formar demasiados médicos en este ‘boom’ de nuevas facultades podría generar un paro elevado en el gremio. A este respecto, Francisco Igea, exvicepresidente de la Junta y médico, calificó de “irresponsabilidad” abrir Medicina en León y Burgos.
De hecho, Igea criticó el hecho de que Castilla y León se vaya a convertir en “la comunidad del mundo con más facultades de Medicina por millón de habitantes”. Esto, a juicio del que fuera vicepresidente autonómico, generará un elevado paro en la profesión “al haber más titulados que plazas MIR” en ese plazo de diez años.
El ‘boom’ de las facultades de Medicina generará entre un diez y un quince por ciento más de titulados a escala nacional. Esto ayudará a revertir el déficit actual y, sobre todo en territorios tan envejecidos como León, a atender a una sociedad que demanda mayor atención a la salud. Sin embargo, existe el riesgo de llegar al otro extremo y que, como tantas otras titulaciones universitarias, haya un importante volumen de médicos que no encuentren empleo.
Alcanzar ese adecuado volumen de matrículas se presenta como uno de los principales retos de la implantación de Medicina en León. Paralelamente, hasta el comienzo de las clases programado para septiembre de 2026, también se debe encontrar una plantilla docente a la altura y encauzar las peticiones que llegan desde el Bierzo para que la formación también se curse en el Campus de Ponferrada, algo que inicialmente no se contempla.