Según ha podido saber este periódico, el pasado viernes una patrulla de la Guardia Civil de Gradefes se acercó por la mañana hasta la finca con el dueño de la misma para avanzar con las investigaciones, mientras que se continúa a la espera de si se buscará un nuevo hogar para los dos mastines. Según explica el alcalde de Cubillas de Rueda, Carlos Ángel Fernández, el Ayuntamiento se puso en contacto la pasada semana con la Unidad Veterinaria de Cistierna para ver cómo tenían que actuar. "Lo primero que miramos fue para darles de comer, antes que ponernos a buscar culpables. Para empezar, de lo que se trata es que los animales vuelvan a estar bien. Les estamos dando pienso, pan y restos de comidas y parece que van recuperando, porque los mirabas y eran como una moneda de perfil", apunta el regidor.
Unas tareas que habían sido iniciadas por un grupo de vecinos anónimos que quisieron denunciar los hechos y ayudar a la recuperación de los perros. Cuando comenzó el abandono, aproximadamente en el mes de agosto, había un tercer perro que murió posteriormente a causa de la falta de alimentación. Según relatan los denunciantes, el dueño de la finca acudía con cierta frecuencia a la misma, aunque el presunto responsable no atendía las necesidades de los animales, por lo que los vecinos lo consideran "más un maltrato que un abandono". "Si no quiere a los perros hay métodos más compasivos", valora Carlos Ángel Fernández.
La Guardia Civil "está en ello"
Según han señalado varias fuentes a este periódico, a raíz de la publicación de la noticia las investigaciones se han acelerado y han comenzado a verse más patrullas por las inmediaciones de la finca. De hecho, desde el Ayuntamiento de Cubillas de Rueda aseguran que la Guardia Civil de Gradefes "está en ello", aunque aseguran que su prioridad es atender el "desamparo animal" que está teniendo lugar en el municipio.
Tanto los vecinos como el propio consistorio indican que en la finca también se encuentran varias vacas en un estado de desnutrición semejante al de los mastines y sobre las cuales también se ha comenzado a actuar. A la espera de ver finalmente qué consecuencias legales podrían caer sobre el presunto responsable y qué sucede con los animales, la colaboración vecinal y de las autoridades municipales ha supuesto un balón de oxígeno para estos dos perros, cuya mejora de las condiciones física resulta evidente.