La Junta Mayor de Cofradías y Hermandades de la Semana Santa de León ha presentado este sábado una obra "muy leonesa" y "muy adaptada" a la situación que estamos viviendo, según ha explicado su presidente, Manuel Ángel Fernández, en un acto en el que también han participado el obispo de la Diócesis, Luis Ángel de las Heras, y el alcalde de la ciudad, José Antonio Diez.
Alejandro Grande ha explicado los detalles de una composición pictórica realizada al óleo sobre tabla que ofrece una visión "simbólico-realista" de la recreación pasional. "El momento representado es una escena ideada, imaginada, que ocurre en el último tramo de la calle Matasiete. Al abrigo de los soportales de las viejas construcciones y bajo los arcos de la Plaza Mayor que van generando la profundidad del espacio, aparecen a la derecha dos papones pausados, quietos. Uno de ellos de la Cofradía de Nuestra Señora de las Angustias y Soledad, de negro, y a su lado otro hermano de la Cofradía del Santo Cristo del Desenclavo tocando un tambor. Simétricamente y bajo la capilla callejera que cobija un pequeño crucificado, se detienen dos mujeres vestidas al luto tradicional y portando en sus manos dos hachas de cera", ha detallado el autor del cartel durante su presentación. La estampa principal se circunda con un fondo secundario que actúa como una "enmarcadora textil" modelada por tres géneros en color negro, púrpura y morado. "Se disponen de esta manera como tres túnicas de sarga en los tonos mas generalizados de las cofradías leonesas, apelando a uno de esos signos de la espera, como son estos atuendos preparados y esperando ser vestidos en el rito anual de la salida procesional", ha matizado el artista.
Respecto al mensaje que ha querido transmitir con su obra, Grande ha explicado que ha querido "enfocar el protagonismo la Semana Santa en su contenido humano, en el patrimonio social que mantienen la tradición heredada de la pasión leonesa". "Por ello, de un lado están las cofradías de nuevo y viejo cuño aunadas en la pareja de papones. Y del otro, está el reflejo de la Semana Santa del ayer, con esas anovenarias de antaño. Juntos forman equilibrio entre el ayer y el hoy, en un León íntimo y auténtico, que en un momento tan duro como el presente, pretende encontrar la esencia de su ser ante la incertidumbre circundante. Una revalorización de su memoria por medio de sus símbolos más característicos. Es decir, un cartel vestido de recuerdos", ha asegurado el pintor.