Esta es la decimoquinta edición de jornada de buceo adaptado, enmarcada en la semana del deporte que organiza el Centro de Referencia Estatal para la atención a personas con grave discapacidad de San Andrés del Rabanedo, dependiente del Imserso. Una experiencia bajo el agua en la que han estado a su lado en todo momento dos guardias civiles del Grupo Especialista de Actividades Subacuáticas (Geas), que les colocaban los equipos y les sujetaban desde ambos lados.
"En el agua hay que tener muy en cuenta cada uno de ellos individualmente, porque algunos tienen problemas de vista, otros de movilidad en las piernas”, ha explicado el responsable del grupo de Guardia Civil, Julián Torres, que añadía que la mayor dificultad ha estado en "equiparlos y desequiparlos también con cuidado", debido a las dificultades generadas por su capacidad física. Sin embargo, una vez estaban en el agua, "ellos marcaban el ritmo".
Torres ha mostrado satisfacción por su labor debido a la alegría que despertaba en los usuarios el sentir el agua en sus cuerpos: "una alegría personal por poder ayudar", en un día que también para ellos ha supuesto romper con la rutina, ocupados habitualmente por "labores más trágicas". Un trabajo voluntario al que han acudido un total de 5 guardias civiles de los Geas de Castilla y León, con sede en Valladolid, y que ha agradecido el subdelegado del Gobierno en León, Faustino Sánchez, añadiendo que "es un personal no solo experto en las actividades subacuáticas, sino que tienen una sensibilidad y un cariño especial hacia los usuarios que han querido y, que por razones médicas, pueden realizar este tipo de actividades".
Romper barreras
El CRE de San Andrés, centro al que acuden también muchas personas de Aspace, está dirigido actualmente por María Teresa Gutiérrez, queha recordado que esta iniciativa busca romper las barreras de la discapacidad, demostrando a los propios usuarios lo que son capaces de hacer con un poco de ayuda. Así, según ha argumentado, generan en ellos "ilusión y esperanza de que realmente pueden adaptarse a circunstancias diferentes simplemente con personal técnico que tiene una sensibilidad especial". Según explicó, no todos los usuarios que estaban interesados pudieron ir, por razones médicas, pero diez de ellos sí pudieron participar.
Llamaba la atención que justo al otro lado de la piscina se realizaba a la vez un curso de aquagym de jubiladas enérgicas. Moverse en el agua, es algo que los demás hacen con naturalidad, pero la discapacidad física de estas personas como Alberto les impide hacerlo por su cuenta. Esta vez, gracias al CRE, al Ayuntamiento de San Andrés y al equipo Geas de la Guardia Civil, han sido, por un día, buzos profesionales.