Un divertido estorbo

La nieve caída en la provincia durante los últimos días ha dejado mágicas estampas. Paisajes cubiertos de blanco que han hecho disfrutar a niños y no tan niños. Pero para los vecinos de los pueblos más afectados por este manto blanco que se ha instalado en la provincia y no tiene previsto irse, al menos hasta este jueves, la diversión de la nieve y la belleza de los paisajes se convierten en duro trabajo, pala en mano, para poder salir de sus casas.

"Se hace duro sí, aunque hoy no está siendo muy difícil porque la nieve todavía está blanda", dice Manolo mientras espala la entrada de su casa de Canales.
En pueblos como este, al lado de La Magdalena, para salir de casa hace falta ropa de abrigo y madreñas. Aunque la nieve es necesaria, dice una vecina, la realidad es "que estorba".

Algunos puntos de la provincia acumulan ya una gran capa de nieve, aunque "nada comparado a las nevadas de antaño", confirmar los lugareños, cuando no existían quitanieves y pueblos como La Magdalena podían quedar aislados durante días.
"Recuerdo la nevada del 45, entonces no existían palas ni limpiaban las carreteras, se llegó a acumular 1,10 metros de nieve en llano", recuerda un vecino de La Magdalena, "de aquella cuando nevaba quedábamos aislados una semana o quince días, ahora eso es imposible". También recuerda los duros inviernos de hace años una vecina octogenaria de Canales, "se acumulaban 'traves' (montones de nieve realizados por el viento) de más de un metro a la puerta que no te dejaban salir de casa".

La cara dulce de las nevadas, los más pequeños. Jornadas como la de este lunes, en la que más de 600 escolares no pudieron acudir a las aulas porque los problemas en las carreteras evitaron que el autobús fuera a recogerlos, hicieron que los niños de León se armaran de guantes, bufanda y gorro para salir a la nieve a deslizarse en trineo o hacer muñecos.

La Agencia Estatal de Meteorología alerta de que las nevadas seguirán al menos hasta este jueves en la provincia, acompañadas de gélidas temperaturas, que, quien sabe si harán que los vecinos de los pueblos de la montaña leonesa recuerden las nevadas de antaño.