El Covid no ha desaparecido de las aulas en este año académico, pero se ha aprendido a convivir con la pandemia. Una progresiva normalización que ha llegado hasta el punto de que se hayan eliminado las cuarentenas para la clase cuando un estudiante da positivo o que ya no sea necesario el uso de la mascarilla. Rutinas con las que alumnos de Infantil a Bachillerato han tenido que convivir durante dos años y que solamente han quedado atrás en esta recta final del curso.
La gratuidad educativa de dos a tres años y la promesa de bajar las ratios marcarán el regreso en septiembre A pesar de este buen sabor de boca que dejan los últimos meses en el aula, la realidad de alumnos y profesores durante el resto del año académico impide hablar de un curso
'normal'. Según los datos facilitados por la Junta de Castilla y León desde septiembre, han sido necesario decretar cuarentenas en 258 aulas leonesas.
Con los cambios introducidos a lo largo de marzo y abril, eliminando las cuarentenas de los positivos y retirando la obligatoriedad del uso de la mascarilla en los interiores, estos aislamientos de clases dejaron de llevarse a cabo. A pesar de ello, de que en los últimos meses no se ha decretado ningún cierre de aula, la provincia leonesa no ha estado lejos de las 306 unidades cuarentenadas a lo largo del curso 2020/2021.
El número de aulas leonesas puestas en cuarentena fue meramente testimonial durante los primeros compases del curso. El primer trimestre terminó con 96 cierres, pero más de 70 de ellos se produjeron en el mes de diciembre con la irrupción de la variante Ómicron. Las primeras semanas después de las vacaciones de Navidad también dejaron más de un centenar de clases sin alumnos en la provincia por culpa del coronavirus. Posteriormente, el número de unidades cuarentenadas se fue reduciendo de forma progresiva. Así, ya en el mes de marzo, la escuela de Villamuñío fue la última en cerrarse por Covid en León.
A lo largo de este curso también se ha vuelto a agrupar a los alumnos en los patios, recuperado el deporte escolar, las excursiones y las actividades entre diferentes colegios. "Nos podemos dar por satisfechos por el compromiso que ha tenido toda la comunidad educativa, desde profesores y equipos directivos hasta familia y alumnos", valoró hace solo unos días la consejera de Educación, Rocío Lucas, en una entrevista concedida a este periódico.
Por su parte, el director provincial de Educación, Javier Álvarez Peón, también reconoció en otra entrevista publicada este mismo mes en La Nueva Crónica esta "evolución favorable" del curso que este jueves termina y puso en valor la vacunación como elemento clave para regresar a la normalidad. "Nosotros esperamos que haya una paulatina normalización de la actividad en los centros educativos y que podamos dar por superada la situación para el inicio del próximo curso", expresó Álvarez Peón sobre cómo será la situación a la vuelta del descanso estival.
Sin embargo, superar el Covid no es lo único que ha marcado el curso en León. La elevada interinidad del profesorado, los retrasos en el cobro y la falta de actualización de los itinerantes o la escasez de plazas de estabilización ofertadas han sido algunas de las reivindicaciones educativas. Igualmente, en la última reunión del curso de la Junta de Personal Docente, que sirvió para hacer balance del curso, también se criticó el "recorte histórico" de las plantillas docentes y se cifró en 500 profesionales el "déficit" que se tiene en la provincia.
Petición de profesorado de apoyo
Del mismo modo, el 2022 ha estado condicionado en las aulas leonesas también por la llegada de alumnado procedente de Ucrania. La invasión rusa ha llevado a que, según los datos ofrecidos la semana pasada por la Junta de Personal Docente, más de 150 niños y niñas refugiados hayan tenido que ser escolarizados en León. Una realidad que ha llegado tanto al medio urbano como al rural y que ha obligado a los profesores ha multiplicar sus compromisos dentro del aula para atender a estudiantes con una situación tan delicada. En este sentido, tampoco han faltado las peticiones a las instituciones de contratar profesorado de refuerzo.
Los docentes han criticado durante este curso la falta de 500 profesionales y la alta interinidad del gremio En este curso también ha llegado el compromiso del Gobierno de avanzar hacia pruebas más homogéneas en la Evaluación del Bachillerato para el Acceso a la Universidad (Ebau), una histórica reivindicación de León y del resto de la comunidad autónoma. Un 98,1 por ciento de los alumnos leoneses que se presentaron a la 'Selectividad de este curso aprobaron, pero las autoridades educativas de Castilla y León consideran que debería haber pruebas comunes para todo el país.
Según los datos presentados por la Consejería de Educación al comienzo del curso que concluye hoy, 58.373 alumnos se han dado cita día tras día en las aulas leonesas durante este año académico. Un alumnado que volverá a la actividad, tal y como está programado, el 9 de septiembre en Infantil y Primaria. El 14 de ese mismo mes será el turno de los estudiantes de ESO, Bachillerato y Formación Profesional Básica. Los estudiantes de los módulos de Grado Medio y Superior, como los de las enseñanzas artísticas y de idiomas, regresarán a las clases de manera progresiva en las siguientes semanas.
¿Cómo será la 'vuelta al cole'?
Todos esperan que el Covid solamente sea un recuerdo en el curso 2022/2023. No obstante, sí que quedará parte de las medidas que se han hecho necesarias, entre las que destaca la de ratios más bajas de alumnos por clase. Una petición histórica de la comunidad educativa que parece que será mantenida una vez se ha superado la pandemia y desde la Consejería de Educación ya se han comprometido a una "mayor contratación" de profesores.
Septiembre también llegará con novedades como la implantación de la gratuidad educativa de dos a tres años y, aunque todavía son varias las cabeceras de comarcas que continúan insistiendo por más módulo, la ampliación de la oferta de Formación Profesional en el medio rural. Con estos cambios en el horizonte y con la esperanza de olvidarse de cualquier vestigio del Covid, León celebra este jueves un fin de curso 'normal' para un año académico que todavía no lo fue.