"Estamos preocupados por la atención a las personas", incidió el prelado explicando que este es el denominador común de las dos Diócesis y también de Proyecto Hombre León-Bierzo, por lo que "nuestros valores convergen". La Fundación Cals comenzó a trabajar en el Bierzo en 1985, unos años "muy duros" para la drogadicción . "Fue la respuesta de la iglesia a una situación clamorosa", recordó también el obispo de Astorga, Jesús Fernández.
Ambos apostaron por dar continuidad y fomentar el trabajo de esta organización, que consiste en "prevenir, tratar y erradicar las adiciones y promover la inserción sociolaboral", apuntó Fernández. Durante el año pasado, el recurso atendió a 1.200 personas a través de los diferentes programas, de los que el 60 por ciento pertenecían al Bierzo, donde cuentan con una comunidad terapéutica, y el 40 por ciento restante a la zona de León capital.
Tras el patronato de la Fundación Cals están ambas diócesis, así como Cáritas y otras instituciones religiosas, junto a Proyecto Hombre León-Bierzo. A través de un equipo de 20 profesionales se da atención integral a las personas que sufren algún tipo de adicción y se trata de prevenir que las personas que consumen lleguen a ese punto, con proyectos principalmente enfocados a la población joven.
En concreto, durante el año 2021 atendieron a 130 menores y cuentan además con un programa específico para las familias. En este sentido, apuntan a un cambio de tendencia en cuanto a las nuevas adiciones, que bajan la media de edad en aspectos 'online', como el juego o las nuevas nuevas tecnologías.
No obstante, la directora de la Fundación Cals - Proyecto Hombre, Tania Paz, asegura que siguen llegando personas con adiciones a sustancias estupefacientes. Concretamente, el perfil mayoritario de los menores y jóvenes que llegan a este recurso es el de consumidores de cannabis, mientras que en el caso de los adultos lo más común es que se trate de adiciones multisustancia, en particular, entre los hombres destaca la cocaína y el alcohol, por ese orden, mientras que en las mujeres la principal sustancia es el alcohol seguido de la cocaína. Además, Paz destaca un incremento del número de mujeres usuarias, que representan el 20 por ciento del total de atendidos. Esto es, asegura, no tanto porque se hayan incrementado las adiciones entre las mujeres si no porque cada vez más conocen el recurso y asisten a él.
La directora de la Fundación Cals asegura además que "llevamos tiempo siendo conscientes de que hay muchas personas que necesitan ayuda, por eso queremos que conozcan el recurso". "Las adicciones siguen ahí aunque a veces nos parezca que no", indició Tania Paz, y "hay muchas personas que necesitan ayuda".
Por otro lado, aseguró que la organización está preparada para afrontar un posible ascenso de los usuarios ante una época de crisis.
"Hay salida"
Tanto el obispo de León como el de Astorga aseguraron también que ambas Diócesis pondrán en alerta a sus sacerdotes, laicos y a toda su red de colaboración para detectar estos casos y poder derivarlos a este recurso. El prelado leonés, Luis Ángel de las Heras, recordó su etapa en Vallecas en los años 90, donde pusieron en marcha un proyecto para ayudar a personas con adición a las drogas. "Aquella experiencia me marcó la vida", aseguró insistiendo en que "hay salida de la droga y de las adicciones y creo que podemos hacer una gran labor, he conocido a muchas personas que lo han superado y se han levantado", detalló.Jesús Fernández recogió también las palabras de Luis Ángel de las Heras llamando a la "esperanza" e invitando a sociedad e instituciones a colaborar con este recurso que trata de "devolver la dignidad" a las personas afectadas por esta "lacra".