Dicha propuesta, que el regidor ha consensuado con los responsables del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), supondría una inversión de entre 30 y 35 millones de euros y se basaría en el aprovechamiento de los terrenos que hay entre la estación y la calle Sancho el Gordo a través de diversas actuaciones.
En primer lugar, se prevé la ejecución de un parking subterráneo de dos o tres plantas en la ubicación del actual en superficie. Sobre la losa de dicho parking se prevé un hotel, un edificio de oficinas y otro de uso comercial. Además, habrá una losa que cubra las vías que actualmente llegan a la estación en superficie con el fin de ocultar las catenarias y suavizar la imagen de la llegada del tren a la ciudad.
“Somos conscientes que no va a haber más soterramientos y no queremos ser menos que otras ciudades, algunas de ellas muy próximas, con propuestas que mejoran la integración ferroviaria y la imagen de León, además de permitir el desarrollo de la actividad económica de esta parte de la ciudad”, ha indicado el alcalde.Además, este proyecto permitirá acometer una verdadera intermodalidad peatonal entre las estaciones de autobuses y de trenes y contar con un nuevo intercambiador de transporte público al estilo del que se prevé en la avenida Reyes Leoneses frente al Auditorio. El primer paso será un estudio de mercado para analizar la demanda de los edificios previstos por parte de Adif y luego será necesario que el Ayuntamiento y la Junta trabajen en la remodelación del plan urbanístico diseñado para la zona, que quedó desfasado como consecuencia de la crisis inmobiliaria que frustró también el proyecto inicial del soterramiento hasta San Andrés del Rabanedo.
“Es una propuesta realista que no está basada en especulaciones o en ideas de un momento, sino en el trabajo de muchas personas y de muchos técnicos gracias a una buena colaboración con Adif que esperamos que se mantenga, aunque en otras cosas no la hemos tenido tan buena”, ha admitido el alcalde.
Se refiere el alcalde a los terrenos anejos al Paseo del Ferrocarril, que siguen vallados, repletos de maleza y sin uso y para los que solicita una adecuación provisional como gran espacio verde con algunas plazas de aparcamiento hasta que puedan aprovecharse desde el punto de vista urbanístico por parde de Adif.
En todo caso, lo qué sí cuenta con el apoyo del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias esa segunda fase de la integración del AVE, que requeriría al menos un año y medio de tramitación administrativa y de diseño de proyectos, por lo que sería a lo largo de 2025 cuando se consignaría el presupuesto y se podría dar inicio a la contratación de las obras