Un perito asegura que ‘El Feixolín’ supuso una "afección absolutamente clara" para el medio ambiente

La prueba pericial apunta al “perjuicio” que supuso la explotación minera para el hábitat del oso pardo y el urogallo

Miriam Badiola / Ical
10/04/2019
 Actualizado a 16/09/2019
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“Hay una afección absolutamente clara en el espacio de ‘El Feixolín’”, con perjuicio para el hábitat natural del oso pardo cantábrico y del urogallo, “al ser una zona de interés para dos especies”, que ha dejado “un espacio muy abierto” en el que “ninguna especia va a entrar”, aseguró hoy un miembro de la Fiscalía de Medio Ambiente durante el juicio que se desarrolla en la Audiencia Provincial de León sobre el daño que causó la explotación minera de Villablino.

Así, la Audiencia acogió hoy la tercera sesión del proceso que trata de dilucidar la responsabilidad del empresario minero Victorino Alonso, así como del apoderado de Coto Minero del Cantábrico (CMC), José Tascón, y el exalcalde de Villablino, Guillermo Murias, sobre la explotación de ‘El Feixolín’, los dos primeros por un delito continuado contra el medio ambiente por el desarrollo de la actividad minera en un paraje protegido y el tercero, por un delito de prevaricación urbanística.

En esta jornada, que contó con el testimonio de varios peritos, el representante de la Fiscalía de Medio Ambiente aseguró que el estudio del impacto ambiental de la explotación minera ‘El Feixolín’ mostró en primer lugar un “daño al paisaje”, como se puede comprobar en las cuencas de los ríos Orallo y San Miguel, ya que “desaparecieron los arroyos que había en el espacio”, al tiempo que “se modificaron todos los drenajes”.

En cuanto al paisaje, “a pesar de que ya se hayan iniciado labores de reforestación”, el perito aseguró que se necesitarán entre 80 y 100 años para “la recuperación de la estabilidad de las pendientes rocosas”.

Sin embargo, uno de los puntos en los que más profundizó el perito, fue la afección a la fauna, ya que la zona sobre la que se asentó la explotación minera “era de gran interés para el urogallo y el oso pardo cantábrico”, ya que “aunque no estuvieran exactamente ahí asentados, es zona de extensión y paso”, de manera que “el espacio muy abierto” que quedó tras el desarrollo de la actividad, “va a impedir que ninguna especie entre, porque ni está protegido ni va a encontrar alimento”.

Para la reparación ambiental total de la zona de ‘El Feixolín’, el perito apuntó que pasarán unos 30 años para que establezca la reforestación, “que después deberá ser complementada con una reparación complementaria” que requerirá “no menos de 50 o 60 años”.

Otro de los peritos que pasaron hoy por la Audiencia Provincial de León puso de relieve que ‘El Feixolín’ provocó una “afección grave al medio ambiente” pero “similar al que cualquier otra explotación minera” y apuntó que “la administración también tiene en ello su parte de responsabilidad”.

El juicio contra Victorino Alonso, José Tascón y Guillermo Murias finalizará mañana en la Audiencia de León, con la presentación de las conclusiones finales por parte de todas las partes, es decir, Ministerio Fiscal, acusación particular de Antonio Arias Tronco, acusación popular de David Hammerstein, y las defensas de los tres acusados más la de Coto Minero del Cantábrico.

Para los dos primeros, Alonso y Tascón, el fiscal solicita ocho años de prisión por un delito continuado contra el medio ambiente, ya que la actividad minera se desarrolló durante 15 años en un paraje protegido sin las licencias necesarias, así como la restauración completa del daño ecológico y medioambiental causado. Para Murias pide 15 meses de cárcel por un presunto delito de prevaricación urbanística, ya que considera que trató de legalizar la situación de la explotación de ‘El Feixolín’ para que pudiera continuar con su actividad.
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