En este sentido, se contabilizaron en el primer año de la pandemia un total de 855 siniestros de este tipo en tierras leonesas, incluyéndose entre ellos el robo de vehículos enteros, de algunas de sus piezas o de objetos que se encontraban en su interior, según la información facilitada desde una asociación que reúne a casi 200 aseguradoras y reaseguradoras que agrupan cerca del 96% del volumen de negocio del sector en el mercado español.
Un análisis territorial de los incidentes refleja que la provincia de León se sitúa por debajo de la media nacional en cuanto a probabilidad de sufrir un robo vinculado a nuestro vehículo. Concretamente, el informe establece que la frecuencia de este tipo de siniestros se sitúa en la provincia 23 puntos por debajo que la registrada en el conjunto de nuestro país. En el caso concreto de la capital leonesa, la probabilidad de sufrir el robo de nuestro vehículo, de alguna de sus piezas o de los objetos que tenemos en su interior está 27 puntos por debajo de la media.
Cabe destacar también que el estudio elaborado por Unespa refleja finalmente dentro de sus estadísticas territorializadas que seis de cada diez vehículos están asegurados contra este tipo de siniestros en la provincia.
Datos generales
Ya a nivel general, el informe refleja que la variable que más influye en que un vehículo sea víctima de la atención de los amigos de lo ajeno es su antigüedad. Dos de cada tres automóviles asegurados que sufrieron un robo en España tenía más de diez años.Un aspecto positivo que arroja el informe de ‘Estamos Seguros’ es el descenso continuado de los robos de vehículos asegurados en España. A lo largo de la década, se ha pasado de unas 203.000 sustracciones en 2011 a poco más de 101.000, al acabar 2020. Es decir, los incidentes se han reducido a la mitad en este espacio de tiempo. Esta mejora es el resultado de un cúmulo de factores, entre los que destacan las sucesivas mejoras introducidas en materia de seguridad por los fabricantes, la acción de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, y el hecho de que desde hace décadas las nuevas viviendas suelen edificarse con garaje, de forma que los coches pasan las noches resguardados y no en la calle.
Un análisis territorial de los incidentes evidencia cómo las provincias donde es más probable padecer un robo del vehículo se encuentran en Andalucía occidental, Castilla-La Mancha, Madrid y Cataluña.
Es preciso señalar que el fenómeno del robo de coches está también muy relacionado con el ámbito urbano. En este sentido, el informe de Unespa refleja que las provincias donde existen importantes áreas metropolitanas (como es el caso de Madrid, Barcelona, Vizcaya, Valencia, Sevilla…) o son limítrofes a una (Toledo, Guadalajara…) presentan tasas de probabilidad de robo superiores a la media.
El municipio donde es más probable asistir a una sustracción de un vehículo asegurado en España es Sevilla. La capital hispalense triplica la probabilidad media de robo de España. Le siguen Parla, Ciudad Real, Melilla y una localidad de la periferia sevillana: Dos Hermanas. Las tasas de robo de todos estos municipios duplica, con más o menos holgura, la media nacional. Una lectura más detallada de este ranking deja constancia el marcado carácter urbano del robo de vehículos. En el ranking abundan localidades de la periferia madrileña (Fuenlabrada, Leganés, Getafe, Coslada, Móstoles) y barcelonesa (Santa Coloma de Gramenet, Badalona, Cornellà de Llobregat…).