Aunque nadie sabe a ciencia cierta cuáles fueron los hechos que llevaron al daño actual del puente, todo apunta a que se trató de un vehículo de gran tonelaje para el que, según advierten en la zona, no está ya preparada la estructura siendo esta la razón principal por la que solicitan la construcción de uno nuevo. Sus limitaciones de peso (16 toneladas), altura (3,50 metros) y anchura (4,50 metros), pues fue ideado hace ya 104 años para el tránsito de carros tirados por ganado, hacen que muchos vehículos no puedan transitarlo obligándoles a realizar grandes rodeos. Para el actual proponen la peatonalización y conservación dada su belleza arquitectónica e histórica, pues supuso el fin de las barcas para salvar el obstáculo del Esla y un avance importante hacia el progreso ya no solo para Villafer, sino para toda la comarca. Así lo trasladaron a la Junta de Castilla y León desde la junta vecinal del pueblo cuando el puente cumplió un siglo en 2017.
Con motivo del centenario del puente, en 2017, la junta vecinal solicitó a la Junta de Castilla y León la construcción de una nueva estructuraLas peticiones hasta el momento no han servido de nada y todo pese a que «ya ha habido más desastres de este tipo», aseguran vecinos de la zona que han aprovechado el incidente para, una vez más, denunciar la necesidad de un nuevo puente, advirtiendo de que hay «muchísimo peligro de que caiga alguna cercha, viga de muchísimo peso, de arriba encima de algún vehículo y provoque algún accidente o alguna víctima».
La historia del puente
En 1907 llegó a Villaquejida José María Escriña Iracheta, quien se haría cargo de las obras de la nueva carretera del pueblo y del puente del Esla. Con motivo del centenario de estas obras, desde la Asociación El Biendo recordaban como dijo entonces con cierto desdén: «El agua de este río la bebe mi caballo». Poco sabía este de las crecidas del Esla, y en 1909, mientras se llevaban a cabo las obras, el caudal se salió de madre con una de las riadas que muchos califican de «la mayor del siglo XX». El agua llegó a Villaquejida y tuvieron que redirigir el proyecto. Tras diez años de obras y de idas y venidas del Esla, el 20 de abril de 1917 fue una fiesta en la que como tal no faltó la música ni tampoco los cohetes. Ahora Villafer rememora la historia de su puente esperando seguir contando con él y ver pronto uno nuevo construido.