Una exhumación a contrarreloj que todavía no ha comenzado

A contrarreloj. Así se desarrollará la exhumación del cementerio de la localidad de Abadengo de Torío como consecuencia directa del cumplimiento de la sentencia el objeto de cumplir la sentencia 00086/2020 correspondiente al Procedimiento Ordinario número 299/2018 de fecha 13 de mayo de 2020. En la citada sentencia, de la que se hacía eco este periódico en 2017, el Juzgado de lo Contencioso número 1 de León, condenaba al Ayuntamiento de Garrafe de Torío al pago de las costas y anulaba la licencia de obra de la Junta Vecinal de Abadengo de Torío, por haberla dado sin licencia municipal para la rehabilitación y reforma del cementerio.

Por el momento, y según ha podido saber La Nueva Crónica, no se ha procedido a desenterrar ningún cadáver, dado que aún están «barajando presupuestos». El tiempo corre en contra, y es que según el cumplimento de la sentencia, todo deberá estar cerrado el 11 de octubre, este mismo domingo. Cabe recordar que, según detallaban los vecinos de la localidad, elcamposanto data de 1846 y alberga más de 200 difuntos cuyo destino ahora es incierto ya que no se ha designado un lugar para el traslado de los restos. Recuerdan, además, que «la última sentencia es del 2020 y el Ayuntamiento no quiso recurrir», y que en el momento en el que sucedieron las obras «el concejal de Urbanismo era Fulgencio Bandera», algo que Bandera ha negado a este periódico asegurando que en aquel momento era concejal en la oposición.

Por otro lado, la anterior Junta Vecinal –promotora de las obras de reforma del camposanto– ha emitido un breve comunicado en el que señala que «la Junta Vecinal en ningún momento hizo la obra de mala fe, solo queríamos un cementerio digno». Asimismo, resaltan que «recalcamos cuando se hizo la obra que no se tocaran los difuntos en ningún momento». Una obra que, según recuerdan, se hizo con la mejor de las intenciones, pero que ha tenido un desenlace que nadie esperaba.