Una marcha para mantener vivo el rechazo a la planta de compostaje de Reliegos

La Asociación medioambiental Valle de Valdearcos continúa liderando el rechazo a la planta de compostaje de Reliegos y para mantener viva posición ha convocado una marcha hasta el lugar en el que está previsto que se instalen las balsas de residuos, cinco parcelas situadas a unos cuatro kilómetros de distancia de esa localidad, de Villamarco y de Sahelices del Payuelo y a escasos metros del arroyo que suministra agua al primer pueblo.

La convocatoria, que se ha impulsado a través de las redes sociales, está prevista para el domingo 28 de febrero, una jornada con la que pretenden contar sobre el terreno los problemas que traería para la zona la puesta en marcha de estas instalaciones, que ya han recibido una autorización de impacto ambiental que ha sido recurrida desde asociaciones, ayuntamientos, juntas vecinales, entidades privadas y particulares.

Para participar en la marcha, desde la asociación Valle de Valdearcos solicitan la colaboración de los asistentes para calcular el número de participantes, que pueden asistir desde en bicicleta a vehículo privado o agrícola. Para que nadie se pierda, han establecido dos rutas diferentes que se iniciarán a las 11:45 horas de la mañana. Una partirá de la localidad de Valdearcos y otra de Mansilla de las Mulas, para concentrarse todos los asistentes posteriormente (12:00 horas) en Reliegos y acudir juntos hasta la zona en la que está previsto que se instale la planta de compostaje, que tiene autorización para tratar un máximo de 44.400 toneladas de residuos al año, algo que correspondería al 68% de la producida en Castilla y León según han alertado desde la asociación en diversas ocasiones.

La pandemia no permitirá que la marcha se convierta en una jornada de encuentro como se había planteado en un origen, pero el objetivo sigue siendo mantener vivo el rechazo a un proyecto que, alertan, «no traerá nada bueno para la zona, más que mierda y más mierda».

LaAsociación Valle de Valdearcos se creó a raíz de la declaración favorable de impacto ambiental para el proyecto y aglutina ya a unos 300 socios, contando además con el apoyo de diversas organizaciones, juntas vecinales y ayuntamientos de la zona. Su oposición al proyecto viene dada al considerar que perjudicará a la zona, especialmente a los acuíferos por filtraciones, ya que «el suelo es muy permeable», denunció recientemente la alcaldesa pedánea de Reliegos, Salud Rodríguez. Eso afectaría a un territorio amplio con especial incidencia en los manantiales de esa localidad, que se encuentran a escasos metros de las parcelas, hoy en día tierras de cultivo al uso.Además, también alertan que será perjudicial para los agricultores de toda la zona, así como para el patrimonio y el propio Camino de Santiago. ««Montar aquí esta planta de compostaje lo que hay que ver es que positivo no trae nada, negativo todo lo demás», alertaba el presidente de la asociación, Jesús Lozano.