En total en Castilla y León hay 1.016 piscinas censadas, lo que supone una por cada 2.371 habitantes, las cuales son en su mayor parte públicas, ya que representan el 73,5% del total (747) frente a las de titularidad privada, que son el 26,5% (269), tal y como recoge el informe sobre la calidad de las aguas de recreo de la Consejería de Sanidad correspondiente al pasado año, ejercicio en el que el número de piscinas aumentó en un 1,7%, al pasar de 999 a las 1.016. Y aumentan las dos, las públicas y las privadas, pues las primeras pasan de 739 a 747, y las segundas de 260 a 269.
Por provincias, León, Salamanca y Valladolid destacan por tener el mayor número de piscinas, con 182, 170 y 164, respectivamente, lo que suman algo más de la mitad de toda la comunidad. En el caso de Ávila hay un centenar de piscinas, en Burgos 96, en Palencia 63, en Segovia 118, en Soria 50 y en Zamora 73. Del total de piscinas que hay en Castilla y León 172 son cubiertas (83 públicas y 89 privadas, lo que supone un 48,3 y un 51,7%, respectivamente), lo que supone una por cada 14.007 habitantes, mientras que las descubiertas son 844 (664 de titularidad pública y 180 privada, con una proporción de un 78,7% en las primeras y un 21,3% en las segundas), con una ratio de una por cada 2.854 habitantes. Como en años anteriores, Burgos y Valladolid tienen la mayor ratio con 3.719 y 3.170 habitantes por piscina, mientras que Segovia y Ávila tienen la menor, con 1.300 y 1.585, respectivamente.
El citado informe recoge que el pasado año 2018 se realizaron un total de 4.757 inspecciones en piscinas de Castilla y León y se emitieron 4.817 actuaciones a piscinas. Las provincias con mayor número de incumplimientos de Castilla y León, tanto por exceso como por defecto de desinfectante, fueron Salamanca, Valladolid y León, representando la suma de las tres más de la mitad de dichos incumplimientos, aunque también hay que recordar que son las que más instalaciones de ocio de este tipo registran.