El alcalde de Cabreros del Río respondió la invitación de UPL y estuvo presente en los primeros compases del consejo para dirigirse a los 33 miembros del mismo. Posteriormente abandonó la sede de Suero de Quiñones, donde continuó la deliberación. Sobre el vicepresidente de la Diputación de León recae ahora la decisión de permanecer en el gobierno de la institución provincialo volver a la bancada de la oposición. El veterano diputado ha manifestado en varias ocasiones que está conforme con el desempeño en sus áreas, especialmente la del Servicio de Asistencia a Municipios (SAM) y su sintonía con el presidente, Eduardo Morán. El veterano sindicalista no tiene carné de la UPL, como tampoco lo tuvo del PSOE, algo que ha recalcado en numerosas ocasiones.
Al margen de Llorente, la expresión del Consejo General de UPL responde a los incumplimientos que le achacan al PSOE en cuestiones como Feve, Torneros, San Marcos, El Emperador, las autovías, la Ciuden, el Instituto Leonés de Cultura o el Cuartel de Almansa.
Sin sintonía
Cabe señalar que de los tres años del pacto, prácticamente los dos últimos han estado marcados por la pandemia, aunque nunca ha llegado a haber fluidez entre ambas formaciones, con públicos rifirrafes entre el secretario general de los socialistas, Javier Alfonso Cendón, y diferentes cargos leonesistas. Precisamente, el PSOE volvió este lunes a acusar a UPL de «electoralismo», tras conocer la ruptura del pacto, que tampoco implica la pérdida del gobierno de la Diputación, ya que depende de Llorente.
En un comunicado, Cendón no duda en afirmar que «se han completado 12 de los 24 puntos del pacto, 10 se han cumplido parcialmente y están en proceso de realización y solo 2 están pendientes de comenzar a hacerlo: el Teatro Emperador y el Cuartel de Almansa». Los leonesistas tendrán ocasión de volver a a contestar.
Además, para el líder de los socialistas leoneses esta situación «dista mucho de la lectura catastrófica que ha hecho la UPL, por lo que la única explicación para abogar por la ruptura no puede ser otra que la de meros intereses electoralistas de la UPL, cuando justamente falta un año para las elecciones municipales de mayo de 2023».
En este sentido, la situación hoy es muy diferente a aquella primavera del 2019 cuando el PSOE consiguió algunos resultados históricos. En las elecciones autonómicas del pasado 13 de febrero, UPL pasó de uno a tres procuradores en las Cortes de Castilla y León, mientras que el PSOE bajó de seis a cuatro. Además, UPL se convirtió en la opción más votada en León capital y el alfoz.
El foco hacia Moncloa
Sin embargo, Javier Alfonso Cendón dirige el foco hacia Moncloa porque considera esta decisión «injustificada» y alega que «al Gobierno de España, del que dependen casi todas las actuaciones reflejadas en el acuerdo, le queda aún más de un año y medio de recorrido hasta las próximas generales».
No obstante, el Gobierno de España es una de las instituciones que están sentadas en la Mesa por León. Hasta la vuelta de Virginia Barcones, el delegado del Gobierno en Castilla y León, Javier Izquierdo, suscitó numerosas críticas de los miembros de un ente que apenas ha tenido reuniones, menos proyectos, que ha liderado Morán y cuyo parón ha llevado a los sindicatos a organizar otra manifestación a la que respondieron más de 15.000 leoneses.
Cendón también excusó que el Ejecutivo de Pedro Sánchez no se formó hasta enero de 2020 «y ha tenido que superar un periodo de dos años de la mayor pandemia de nuestra historia reciente, además de la crisis ocasionada por la guerra de Ucrania».
Otra de las guerras que ha tenido que afrontar el PSOE ha sido las de las mociones leonesistas, que se aprobado en suficientes ayuntamientos para representar a la mitad de la población de la provincia, pero que no se ha podido presentar si quiera en el pleno de la Diputación.
Todo ello estuvo ayer sobre la mesa del mismo organismo que dio al PSOE el gobierno de la Diputación después de 24 años.