Valladolid, nodo estratégico en el plan nacional que potenciará la red ferroviaria de mercancías

Un nuevo jarro de agua fría sobre el proyecto de la plataforma anunciada allá por el año 2005 en Torneros. A la polémica suscitada el pasado mes de abril –después de que la Entidad Estatal de Suelo (Sepes) asegurase que la decisión de desarrollar la parte logística del proyecto no estaba tomada y dependería de la demanda real de suelo y después de que el clamor social desatado en la provincia llevase a una rectificación y a anunciar una ejecución por fases– se suma ahora la reciente presentación de ‘Mercancías 30’.

Se trata de un plan diseñado por el Ministerio de Transportes Movilidad y Agenda Urbana que pretende potenciar el transporte ferroviario de mercancías como eje vertebrador de las cadenas logísticas intermodales desde la perspectiva dual de la recuperación económica tras la pandemia de coronavirus y la consecución de los objetivos de descarbonización y sostenibilidad de la actividad logística. Para ello, se identifican una serie de acciones y medidas de impacto a corto y medio plazo cuya implantación antes de 2030 permitirá elevar la cuota modal del transporte ferroviario de mercancías hasta el 10% (actualmente ronda el 5%) y reducir los aspectos negativos asociados a la actividad logística (contaminación, accidentes, ruido, congestión...).

Este trasvase de los tráficos de mercancías que actualmente se realizan por carretera hacia modos más sostenibles como el ferrocarril o el transporte marítimo figura entre los objetivos del Libro Blanco de la Comisión Europea de 2011 y concuerda plenamente con el cambio de paradigma en la política de transportes que establece la Estrategia de Movilidad Segura, Sostenible y Conectada 2030 del Mitma, que propugna una movilidad sostenible, basada en el uso racional de los recursos, tanto económicos como naturales, incorporando en la planificación de transportes la lucha contra el cambio climático.

El ámbito de ‘Mercancías 30’ está integrado por la red ferroviaria sobre la que actualmente circulan tráficos de mercancías o puedan circular en el futuro, principalmente la Red Ferroviaria de Interés General (RFIG) y los cargaderos de titularidad privada.

Entre las acciones incluidas en este plan figura la puesta en servicio de una red de nodos intermodales estratégicos, que son los que vertebran la red de terminales logísticas del país. «La selección de los nodos intermodales estratégicos se ha realizado valorando parámetros como su ubicación en relación a los corredores de la Red Básica TEN-T y los corredores prioritarios de mercancías, además de su proximidad a centros de producción, su conexión con otras redes de transporte como las viarias o portuarias, su nivel de actividad y su potencialidad», señala el documento.

Y en el listado de esos nodos no figura León, que había sido históricamente nudo de comunicaciones ferroviarias para el cuadrante noroeste de nuestro país. Lo cierto es que sí figura en cambio Valladolid, que tendrá su plataforma intermodal –que además pretende convertirse en el Parque Agroalimentario del noroeste– en un plazo de dos años mientras Torneros ni siquiera tiene proyecto de ejecución para la parte logística (de la infraestructura ferroviaria se encarga Adif y nada se sabe por el momento de su desarrollo).

Concretamente, los nodos logísticos considerados en el plan presentado recientemente por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbanay sus correspondientes terminales son: Barcelona (La Llagosta y complejo Can Tunis-ZAL Prat), Valencia-Fuente San Luís), Madrid-Vicálvaro, Valladolid, Sevilla-Majarabique, Vitoria-Jundiz y Zaragoza-Plaza.