Vegamián vuelve a conquistar la Peña del Cueto

Son antiguos vecinos y descendientes de Vegamián, que no han podido celebrar su tradicional romería en honor a su patrón San Antonio después de más de 50 años en la explanada de los montes de Pardomino y a la que acudían fielmente una parte de esos vecinos que allá por los años sesenta fueron obligados a abandonar sus hogares ante el inminente cierre del embalse del Porma, gentes que tuvieron que emigrar a otras provincias españolas e incluso muchos de ellos desembarcaron en países sudamericanos.
Estos vecinos o descendientes como Miguel, Lorenzo, José Luis, Ángel, Raúl, José Antonio, Sergio, Carrete, Julián, Alejandro y el padre Florencio Fernández, como homenaje no solo a su pueblo Vegamian, sino también al resto de todos los pueblos que tuvieron que ser abandonados por el cierre de la presa como –Campillo, Ferreras, Quintanilla, Lodares,Armada, Camposolillo y Utrero–reimplantaron en el día de ayer una cruz de hierro en la cima de la Peña del Cueto de los montes de Pardomino de más de tres metros de largo y con un peso superior alos cien kilos.

"Esto teníamos previsto haberlo hecho el pasado año (2019), pero la cantidad de permisos que teníamos que presentar no llegaron a tiempo. Por eso se decidió dejarlo para éste año, ya con permiso de la Junta de Castilla y León, de Medio Ambiente, por estar dentro del Parque Regional de Picos de Europa, además del propio Ayuntamiento de Boñar. Todo eso nos llevó a febrero de este año. Pero aquí siempre hubo una cruz, aunque de madera, por lo que con el paso de los años se fue deteriorando hasta su desaparición. Así, desde nuestra agrupación se decidió poner una nueva", manifiesta Julián Martínez, representante de la agrupación de antiguos vecinos que organiza cada año la romería en el emblemático enclave.

Una vez colocada, la Cruz fue bendecida por el sacerdote Florencio Fernández, nacido tambien en Vegamián y con más de sesenta años de ejercicio.