La comparecencia de los testigos peritos de las defensas en el juicio por la muerte de seis mineros en la Hullera Vasco Leonesa en octubre de 2013 en la Hullera Vasco Leonesa centró la sesión de este martes, con la comparecencia –entre otros– del catedrático jubilado de Explotación de minas de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Minas de la Universidad de Oviedo, Javier Toraño Álvarez, que ratificó el informe elaborado a petición de la empresa que concluye que lo ocurrido fue "imprevisible en su magnitud y consecuencias", y que recoge también que las probabilidades de que la tragedia fuese provocada por un fenómeno gasodinámico –un desprendimiento instantáneo (DI)– que liberó una gran cantidad de grisú- alcanzan el 90 por ciento, frente al posible colapso de la bóveda, que no alcanzaría el 30 por ciento. Para la elaboración de ese estudio de cálculo de probabilidades, recalcó, utilizó unos índices reconocidos sobre la probabilidad de DI y los datos recogidos por la Brigada de Salvamento de los metanómetros –uno más cercano y otro más alejado del lugar del suceso–, además de los de un oxímetro y la velocidad de salida del aire por la tubería de ventilación. Los metanómetros colapsaron tras registrar una subida al cinco por ciento y el oxinómetro registró una bajada al cero por ciento durante dos segundos. Toraño, que había elaborado informes previos para la compañía minera relacionados con la puesta en marcha de medidas de seguridad y que fue profesor de alguno de los acusados declaró que «no se podía haber puesto en marcha ninguna técnica más que las que se pusieron» durante la etapa que él conoció y se mostró convencido de su mantenimiento a posteriori. "No se puede hacer más y a nivel mundial se ven accidentes de este tipo. Es una lucha continua. En el campo de los desprendimientos instantáneos de gas los avances son muy pocos. Las medidas preventivas que existen son las que se estaban poniendo en marcha", declaró.
Por su parte, el doctor ingeniero y catedrático del área de Explotación de Minas de la Universidad de Oviedo, Celestino Nicieza, que elaboró el anexo a un informe de un perito judicial sobre el comportamiento del terreno desde el punto de vista tensional, manifestó que llevó a cabo una simulación numérica, en condiciones desfavorables, que determinó que no se habría producido el colapso de la bóveda. "Es muy poco probable que fuera el hundimiento de la bóveda en función de las tensiones que tenía el terreno", afirmó al tiempo que dejó abierta la posibilidad de un margen de error que cifró en un diez por ciento. Los ingenieros de Minas José Luis Fuente y Alonso Gullón, que elaboraron como Aitemin (Asociación para la Investigación y Desarrollo Industrial de los Recursos Naturales) un informe pericial sobre el siniestro ratificaron el contenido del mismo, que incluya la consideración de que en la explotación se respetaba el proyecto tipo aprobado y lo contemplado en el plan de labores y se aplicaban las medidas preventivas correspondientes. "No se nos ocurre qué más se podía haber hecho. No hemos detectado mala praxis por parte de nadie", afirmaron. A su entender, la caída de una bóveda no pudo generar la magnitud de invasión de grisú que se produjo, con cerca de 20.000 metros cúbicos de gas. Hubo, dijeron, "una invasión muy fuerte de grisú, permanente y con mucha presión; muy rápida y anómala".
Ven "pocas" opciones de que el accidente de La Vasco fuera por el colapso de la bóveda
Un perito afirma que lo ocurrido fue "imprevisible en magnitud y consecuencias" y eleva al 90% la posibilidad de que se desencadenara fenómeno gasodinámico
21/03/2023
Actualizado a
21/03/2023
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